El Vaticano anunció el sábado 18 de marzo el cierre de su misión diplomática en Nicaragua, después de que el régimen nicaragüense propusiera la suspensión de las relaciones diplomáticas, en lo que constituye el episodio más reciente de la persecución contra la Iglesia católica por parte del dictador Daniel Ortega.
De acuerdo a la información reseñada por la agencia de noticias AP, el representante del Vaticano en Managua, monseñor Marcel Diouf, abandonó el país el viernes con destino a Costa Rica, reveló un funcionario del Vaticano que habló bajo condición de anonimato.
La acción del Vaticano de cerrar la nunciatura apostólica se produjo una semana después de que el régimen de Nicaragua propusiera suspender las relaciones con la Santa Sede, y un año después de que se expulsara al entonces nuncio papal. No está claro qué implicaría la suspensión propuesta en términos diplomáticos.
Ortega calificó a las figuras católicas, a las que veía como simpatizantes de la oposición, como “terroristas” que habían respaldado los esfuerzos para derrocarlo. En consecuencia, decenas de figuras religiosas fueron arrestadas o huyeron del país.
Redacción Maduradas con información de AP
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