El hecho de que, pese a una gestión cuestionada, Nicolás Maduro haya permanecido, hasta ahora, más de ocho años al frente del régimen venezolano es un tema de conversación, discusión y análisis para muchos.
Tal es el caso del semanario The Economist, que señala que la permanencia no es casualidad, sino que son consecuencia de la implementación progresiva de mecanismos de control que han impedido Maduro sea finalmente sustituido o derrocado.
Desde que fue electo en 2013, opositores y funcionarios de gobiernos adversos al venezolano han afirmado que el «fin de Maduro» estaba cerca, pero, para The Economist, «estaban equivocados». Incluso en medio de una migración masiva de venezolanos, la imposición de un gobierno «descaradamente autoritario», el control absoluto sobre todos los poderes públicos y el desastre en el que se ha convertido la economía, el madurismo parece más sólido que nunca.
El portal web asoma, entonces, seis maniobras que aplicó el madurismo para asegurarse la permanencia a toda costa, la mayoría de estas están orientadas al recrudecimiento del control sobre las instituciones venezolanas.
A continuación, las 6 maniobras implementadas por Maduro para asegurarse la permanencia:
1. Afirman que Maduro ha «continuado y extendido» la subversión de las instituciones que comenzó su predecesor, Hugo Chávez, y que eso se consolidó tras la victoria de la oposición en las elecciones parlamentarias de 2015.
Aparentemente, una vez el Parlamento quedó en manos de la oposición, se pusieron en marcha medidas para evitar que estos lograran algo en su gestión. De hecho, en 2017, la AN electa fue disuelta y reemplazada por una asamblea constituyente que fue «un sello de goma».
Luego, la AN fue electa y obtuvo una mayoría a favor del régimen en una elección cuestionada y considerada por muchos como fraudulenta.
2. En segunda instancia, refieren que el régimen reforzó el control sobre los medios de comunicación al punto que incluso canales privados pasaron a estar bajo el control de simpatizantes del régimen.
Del mismo modo, se hace alusión a la exclusión casi total de propaganda opositora en medios del régimen y medios digitales de oposición están bloqueados en Venezuela.
3. Afirman que el apoyo y alineamiento del Ejército también se ha vuelto una pata fundamental del sostén de Maduro en el poder. El líder actual del chavismo parece estar dispuesto a evitar cualquier tipo de desagrado dentro de la FANB, por lo que, presuntamente, recibiría apoyo de espías cubanos para encontrar y purgar a oficiales que pudieran ser problemáticos.
Del mismo modo, a aquellos que se han manifestado en contra del régimen se les ha detenido e incluso torturado en las cárceles de los organismos de seguridad del madurismo.
4. El medio de comunicación apuntó que aquellos funcionarios que apoyan al régimen madurista tienden a «prosperar». Además, señalaron que, de forma «inexplicable», las fuerzas armadas tienen el control informal de la extracción de oro y diamantes.
5. Así mismo, el progresivo reconocimiento y aceptación, por parte de Maduro, del dólar estadounidense en la economía venezolana ha sido, a juicio de The Economist, una de las maniobras más «sorprendentes», sobre todo luego de que expresara su inicial rechazo a la misma y ahora incluso agradezca a «Dios» que exista.
6. Finalmente, apuntan como un hecho «curioso» el hecho de que, pese a las denuncias de acciones autoritarias, el régimen insiste en llamarse «democracia» e invitar a los venezolanos a participar en elecciones, aún cuando se ha demostrado que están «dispuestos a todo» para impedir ser destituidos.
«Esta táctica no solo ha permitido que el régimen sobreviva, sino que parece haber convencido a muchos venezolanos de que la democracia no funciona«, concluyen.
Redacción Maduradas con información de The Economist
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