Un pequeño esqueleto, con el cráneo puntiagudo en forma de cono, la cuenca de los ojos inclinados y 10 costillas, fue encontrado en el desierto de Atacama, en Chile y desconcertó a los científicos.
AFP.
El hallazgo hecho por el cazador de tesoros Oscar Muño dentro de una bolsa de cuero y envuelto en una tela blanca atada con una cinta púrpura, en una iglesia abandonada de un minero llamado La Noria, fue nombrado «Ata» y fue localizado en 2003, en ese momento se pensó que se trataba de un ser de entre seis y ocho años.
Sobre este descubrimiento se realizó un documental llamado Sirius que sugirió que el mismo podría pertenecer a una tribu de visitantes extraterrestres.
Sin embargo, inicialmente se pensó que era antiguo, pero un análisis hecho en 2012 demostró que el esqueleto data de la década de 1970 y que el 8% del ADN no era humano, lo que trajo más especulaciones.
En 2018, unas pruebas hechas en la Universidad de Stanford, San Francisco y la Universidad de California encontraron que el bebé murió hace 40 años, además tenía varias afecciones genéticas que retrasaron su crecimiento que estarían vinculadas al enanismo y otros trastornos óseos.
Por esta razón se cree que en realidad se trataba de un bebé prematuro o que murió justo después de su nacimiento.
AFP.
Redacción Maduradas con información de La Patilla.
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