El caso de la psicóloga María Ximena Duarte, de 45 años, enfrenta graves acusaciones de tráfico de personas y delitos sexuales contra una menor de 15 años en Miami (EEUU).
Según los documentos judiciales, citado por varios medios venezolanos, la psicóloga utilizó su posición profesional para ganarse la confianza de la joven, a quien conoció en la piscina del hotel Aloft Miami Dadeland.
La víctima, que paseaba a su perro, fue abordada por Duarte, quien rápidamente entabló una conversación y se mostró amigable, logrando que la menor se sintiera cómoda y confiara en ella.
Los fiscales del caso han señalado que Duarte manipuló a la joven, aprovechándose de su vulnerabilidad. La psicóloga le ofreció marihuana y convenció de acompañarla a una habitación de hotel, donde presuntamente ocurrieron los abusos.
Durante la audiencia de causa probable, Duarte se mostró visiblemente afectada y negó las acusaciones, argumentando que nunca había tocado ni besado a la menor. Sin embargo, la jueza fue enfática al recordarle la gravedad de los cargos y la necesidad de un abogado defensor.
«Ahora estás asustada, pero no tuviste problema con los hechos que se te imputan aquí, que es bastante terrible. Esta es una audiencia de causa probable, no estás en el juicio», dijo la jueza.
El arresto de Duarte ha generado un intenso debate sobre la ética y la responsabilidad de los profesionales de la salud mental. La comunidad se encuentra dividida entre quienes defienden su inocencia y aquellos que exigen justicia para la víctima.
De momento, María Ximena Duarte terminó arrestada bajo cuatro cargos: tráfico de personas (que involucra a una menor de edad), exposición sexual o indecente frente a un menor, incitación a cometer actos sexuales e interferencia con la custodia de un menor.
Redacción Maduradas con información de Univisión
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