El presidente Nicolás Maduro volvió a ignorar la gravedad de la situación en el país y aseguró que la ciudad capital se encuentra en «plena normalidad», a pesar de los focos de protesta en distintos sectores.
Maduro restó importancia a la represión de sus fuerzas de seguridad y dijo que solo hubo en el país actuaciones de «pequeños focos» que buscan atraer la atención del mundo «para que Venezuela sea intervenida».
“Pequeños grupos quisieron generar violencia, pero con la Constitución fueron neutralizados. Los líderes de la oposición no lograron su objetivo que era llenar de violencia, Caracas está en absoluta paz y tranquilidad”, afirmó
En un encuentro con líderes religiosos, denunció además que la jerarquía de la Iglesia Católica está promoviendo el derrocamiento del Gobierno. En ese sentido, envió un mensaje directo al presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, Diego Padrón.
“Monseñor Padrón, aléjense de la maldad (…) Me solidarizo con las expresiones de dignidad de los sacerdotes que los quieren obligar todos los domingos a sumarse una campaña de odio”, afirmó.
Redacción Maduradas
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