La plenaria de la Asamblea Nacional aprobó la designación de Alí Rodríguez Araque, ex ministro y ex secretario general de la Unasur, como embajador de Venezuela ante la República de Cuba. El periodista Nelson Bocaranda publicó la información con anticipación dejando ver que los posibles motivos estarían asociados a pasadas declaraciones del ex ministro.
Rodríguez Araque se desempeñó como ministro de Energía y Petróleo, Finanzas y Energía Eléctrica durante los gobiernos del fallecido Hugo Chávez, reseña El Universal.
La designación fue aprobada sin debate de los diputados, pues ninguno se inscribió para alguna discusión.
La plenaria también aprobó la designación de Orienta Caponi como embajadora de Venezuela ante la República de Bulgaria.
Estos fueron los comentarios de Nelson Bocaranda respecto a los motivos de esta designación:
¿PALABRAS AL VACIO? Ahora que Alí Rodríguez Araque retorna a Cuba como embajador de Venezuela en lo que se ve como un retiro del hombre más cercano a los Castro vale la pena recordar algunas cosas que dijo el año pasado en una entrevista conjunta para AFP y Prensa Latina. En la nota llaman a Rodríguez figura emblemática de la política venezolana, que ocupó las carteras de Petróleo, Relaciones Exteriores y Economía y Finanzas con el fallecido ex presidente Hugo Chávez (1999-2013), y fue secretario de la OPEP y de Unasur. La entrevista ocurrió días después de la elección de Maduro en la que Alí ofreció un balance de la situación de Venezuela para esos días. La describió como de una “aguda y creciente confrontación política”, de la que lamenta que se haga tanta bulla en el extranjero, sin dejar de reconocer las “debilidades y errores” del chavismo. Hubo “fallas en las decisiones y aplicación de políticas económicas.
A fin de cuentas eso es lo que le da sustento a la vida cotidiana de la gente, pese a que se han resuelto muchas cosas”. “Hay que corregir errores que condujeron al resultado electoral ya conocido. Hay que tomar en cuenta que la desaparición de Hugo Chávez no es cualquier cosa. Eso genera un vacío que nadie, nadie puede llenar. No hay un líder, ni en la revolución ni en la oposición, capaz de llenar ese espacio”.
El veterano político sostuvo que aunque Maduro sigue criticando a Capriles y a la oposición en sus constantes intervenciones televisivas, su actitud está cambiando. “Eso está cambiando, no del todo. El presidente debe ocuparse de la gestión del Estado, de resolver los problemas del Estado (…) Para eso están los partidos, para enfrentar a la oposición, para organizar al pueblo”, destacó. En cuanto a la situación económica, Rodríguez subrayó la necesidad de “afinar la política económica” y lograr un entendimiento con los empresarios, sobre todo los del sector alimenticio. Rodríguez llamó al gobierno a seguir adelante con los acercamientos con empresarios, especialmente del sector agrícola, ya que Venezuela, dijo, no ha conseguido “encontrar la fórmula que nos permita incrementar la producción sostenidamente”.
“En el sector agrícola requieres del sector privado, está bien que el Estado mantenga grandes extensiones de producción, instalaciones, infraestructura, todo eso. Pero hay una cantidad de sectores que no puede hacer el Estado, no tiene tiempo, no tiene recursos. Sólo no puede, por lo menos no todavía. Y eso no es dejar de ser socialista”, sentenció. Otra de las tareas pendientes en el terreno económico, añade el veterano político, es conseguir un tipo de cambio equilibrado del bolívar, ya que si bien la cotización oficial es de 6,3 por dólar, el control de divisas fomenta un mercado paralelo en el que el billete verde casi quintuplica su valor.
Esas palabras del famoso “Comandante Fausto” parece que se fueron por el desagüe. No le hicieron caso. Si hace un año Maduro y los del comando que lo rodea hubieran escuchado quizás algunas de las urgencias de hoy se hubieran resuelto en el camino. En confianza me dicen que se va cansado y preocupado. Sigue teniendo su suite en el Hotel Nacional. Ahora estará en la embajada. Quizás en Cuba le oigan más. Mientras en el Gobierno de aquí pareciera que cada día aumenta la lucha contra la inteligencia.