El expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero se reunió este sábado de manera sorpresiva con el líder político opositor venezolano Leopoldo López, que cumple una condena de casi 14 años en una prisión militar cercana a Caracas, informaron a Efe fuentes de toda solvencia, reseña EFE.
El encuentro de más de dos horas se celebró este sábado en el centro de procesados militares conocido como Ramo Verde, donde está recluido el político venezolano desde hace dos años luego de que se entregara a las autoridades que lo acusaron de la violencia registrada al término de una marcha antigubernamental.
Rodríguez Zapatero, que se encuentra en Caracas para impulsar un diálogo entre el Gobierno y la oposición, es el primer líder internacional que logra reunirse con López.
El español, junto a los expresidentes de República Dominicana Leonel Fernández, y de Panamá Martín Torrijos, forma parte de una comisión internacional que promueve ese diálogo político convocado por el presidente venezolano, Nicolás Maduro, con auspicio de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
La liberación del opositor es uno de los principales pedidos de la oposición venezolana para entablar ese diálogo que intenta iniciar el Gobierno con la ayuda de la Unasur.
REACCIÓN DE LEOPOLDO LÓPEZ GIL
Leopoldo López Gil, padre del líder opositor Leopoldo López, calificó como «una sorpresa» la reunión que sostuvo el ex mandatario español José Luis Rodríguez Zapatero con su hijo,
«La reunión con Zapatero fue una sorpresa para Leopoldo. No sabemos quien ni para que la permitieron. Solo sabemos que hubo una sorpresa», expresó en su cuenta de Twitter.
En septiembre del año pasado la Justicia venezolana condenó a López a 13 años y 9 meses de cárcel tras un juicio que, según la defensa fue “injusto” y “basado en mentiras”.
Los delitos que se le atribuyen son instigación pública, asociación para delinquir, daños a la propiedad e incendio, acciones que habría cometido por haber pronunciado discursos que promovieron esa violencia durante la marcha antigubernamental del 12 de febrero de 2014.
Ese día murieron tres personas en el marco de la manifestación, fallecimientos por los que fueron señalados funcionarios policiales.
Tras esa marcha, se inició en el país una ola de protestas contra el Gobierno de Maduro que se extendió por cuatro meses y que dejó 43 muertos y cientos de heridos.