Aunque muchas veces ha afirmado que él duerme «tranquilito como un bebé», parece que Nicolás Maduro no ha descansado en las últimas noches, quizás porque tiene a un país revuelto que clama su salida del poder.
El presidente que asegura tener el apoyo del pueblo y las Fuerzas Armadas ha mostrado un rostro más demacrado que el de costumbre en sus últimas apariciones públicas ¿Qué lo delata? Sus ojeras.
Las bolsas debajo de los ojos del primer mandatario cada vez son más evidentes y nos hacen pensar que Nico está más preocupado de lo que debe. Al menos tiene una muy buena razón para estarlo: la oposición sigue con su agenda de calle y llamó a «la mamá de las marchas» este 19 de abril.
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Foto: Twitter
Redacción Maduradas
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