El Banco Central de Venezuela deberá publicar las estadísticas económicas y rendir cuentas ante la Asamblea Nacional, como siempre ha debido ser.
La tarde de este jueves la mayoría opositora de la Asamblea Nacional aprobó en segunda discusión la Ley de reforma parcial de la Ley del Banco Central de Venezuela.
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El proyecto impulsado por la Comisión de Finanzas es la primera ley aprobada por la nueva Asamblea y con ella reformará los cambios en la Ley del BCV hechos por el presidente Nicolás Maduro vía habilitante en diciembre de 2015.
La modificación hecha por el Ejecutivo le quitaba la potestad constitucional al Parlamento de autorizar la elección de dos miembros del directorio del BCV y la rendición de cuentas del ente financiero ante el Legislativo.
La aprobación de este instrumento jurídico le devolvería las competencias a la AN.
Ahora el Parlamento podrá nombrar y destituir a los directivos del BCV que no hayan sido nombrados por el presidente de la República.
“La reforma busca devolverle la autonomía al Banco Central”, dijo el diputado opositor Alfonso Marquina, presidente de la Comisión de Finanzas.
“No puede pretender el presidente de la República atribuirse la posibilidad de designar y remover todo el directorio porque con eso lo que crea es subordinación”, indicó Marquina.
Otro de los dictámenes aprobados fue la publicación oportuna de las estadísticas económicas por parte de este ente, así como las cifras de inflación y el producto interno bruto.
Además, se prohíbe el financiamiento monetario del ente a la República.
La primera discusión de este proyecto fue el 11 de febrero y la bancada oficialista negó en ese momento la aprobación de dicha ley. En la segunda discusión ocurrió lo mismo.
La reforma también limitará la emisión de “dinero inorgánico para financiar presupuestos deficitarios”, explicó Marquina.
Como vocero de la bancada chavista, el diputado Ricardo Sanguino rechazó el cambio de la normativa al señalar que busca “transferir la autonomía del Banco Central a los grupos oligárquicos y neoliberales” y limitar la capacidad del Ejecutivo para disponer de recursos.
En febrero, el Banco Central informó que el país registró una inflación de 180,9% en 2015, una de las más altas del mundo, y un retroceso en su PIB de 5,7%, en su segundo año consecutivo de caída.