“Tengo 25 años y me sacaron como un pobre bolsa de aquí”, denunció Emilio Dos Santos, empleado y encargado de la panadería Mansión Bakery, uno de los locales comerciales que ocupó el gobierno la semana pasada y que entregó a los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) de la comunidad como respuesta a la supuesta «guerra del pan», según aseguraron las autoridades.
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Dos Santos se presentó este lunes junto a un grupo de empleados en la panadería, ubicada en el oeste de Caracas, en la avenida Baralt, para exigir les permitieran ingresar a su lugar de trabajo, pero los miembros de los CLAP les impidieron el acceso sin justificación alguna.
«Nos dejaron sin trabajo. ¿Quién va a cubrir los trabajos?», preguntó Dos Santos claramente afectado y acompañado por otras personas en situación similar.
Los afectados pretendían trancar las calles de la zona para protestar por el cierre y toma de la panadería pero fueron sorprendidos por los miembros del CLAP que salieron para entre gritos espantar a los presentes.
«Somos panaderos de la revolución», gritaban una y otra vez los ahora encargados de la panadería Mansión Bakery.
Emilio Dos Santos recordó que al momento de la inspección de la Sundde, la panadería sí tenía pan en oferta y en grandes cantidades, pero los inspectores alegaron que el producto no tenía el peso requerido por la ley.
Redacción Maduradas.