La dieta del venezolano cada vez está en declive. La carne, el pollo y el queso pasaron a ser secundarios en las compras en los mercados y carnicerías del país, principalmente por los altos costos.
“A la gente no le alcanza el sueldo para comprar pollo (Bs 2.000) ni queso (Bs 2.400). Hasta los huesos están caros, eso antes los botaban y ahorita se lo venden a la gente, incluso cuatro huesitos ya son Bs 400”, dijo Gloria Acosta al diario El Tiempo.
Ante los altos precios de los productos, la nueva proteína de los venezolanos está basada en recortes de pollo, huesos rojos, panza y mollejas de res, sustitutos que aún sí se pueden pagar, ya que hasta el hígado ha pasado a segundo plano.
Con información de SUMARIUM