En Venezuela las cosas no están bien. Ni para los ciudadanos, ni para las empresas que los emplean. Algunas han tenido incluso que tomar decisiones difíciles –aunque no siempre sean las más correctas–. Esta vez, el proveedor de televisión satelital: DirecTV es la marca afectada por la crisis económica y su escasez de divisas, según informaron algunos trabajadores.
De acuerdo a la información suministrada, la empresa eliminó el área de ventas por lo que no se harán más nuevos contratos hasta nuevo aviso.
Foto: Archivo.
Desde el 12 de enero de 2016, DirecTV de Venezuela se quedó sin inventario de equipos, por lo que recurrieron a tratar de entablar una especie de diálogo con el Gobierno para que éste les extendiera la mano en relación a la liberación de divisas y aprobación del aumento de las suscripciones para poder seguir operando, solicitud que fue negada, según confirma un trabajador de la cablera.
“La negativa a ambas solicitudes ocasionó que más de 30 trabajadores del área de call center en televentas, vendedores en calle fueran obligados a renunciar a sus cargos. Más de 100 en puntos de contacto a nivel nacional de la empresa fueron cerrados. A los ex-empleados les obligaron a indicar en sus cartas de renuncia que la causa de su retiro por ‘motivos personales’”, dijo un trabajador que prefirió no ser identificado.
Yotala Auday, una trabajadora que resultó despedida, indicó que tenía más de 8 años laborando para la empresa y aseguró que el inconveniente se viene presentado desde hace dos años, y que a falta de equipos para vender asistían simplemente a «cumplir horario».
Denunció que en un reunión en el que habrían participado el vicepresidente del área comercial, la gerente de recursos humanos, la jefa del departamento de televentas y la abogada de directv fueron obligados a firmar sus renuncias, aun cuando no tenían la intención de hacerlo. Les indicaron que sus cargos fueron «suprimidos» de la estructura comercial y que de no aceptar el monto que en dinero les ofrecían, el día de mañana la oferta no estaría disponible por lo que debían entonces asistir a «cumplir horario» por un monto de Bs. 7000 al mes, mucho menos que el sueldo mínimo establecido por la ley.
La trabajadora aseguró que las cartas de renuncia les fueron dictadas por la propia gerente de recursos humanos e indicó que el número de empleados acosados asciende a 200 solo en los departamentos de ventas y televentas.
En pocas palabras las ventas a nivel nacional quedaron suspendidas por falta de material. Los equipos que quedan apenas alcanzan para reponer los que puedan dañárseles a los clientes existentes. Y parece no existir un plan “b”. La cablera podría estar encaminada a declararse en quiebra.