En una nota publicada por el portal Al Navío se enumeran las pruebas que afianzan el hecho de que el presidente actual de Venezuela, Nicolás Maduro, no ha puesto interés solo en acallar a la oposición, sino también al chavismo disidente.
Crédito: Reuters
El primer ejemplo citado es, y con motivo, el del ex presidente de Pdvsa y ex embajador de Venezuela ante la ONU Rafael Ramírez, quien, en determinado momento fue un «hombre fuerte» de la conocida «revolución bolivariana».
Hoy en día, en contraste, es un «perseguido político» por cargos no confirmados que le atribuye el régimen madurista.
«Quieren imponer una candidatura (la de Maduro) por el miedo y la fuerza«, detalló el mismo Ramírez recientemente.
Es decir, no se trata solo de aplicar inhabilitaciones en contra de líderes políticos opositores y organizaciones, sino de silenciar a todo el que pudiera adversar al gobierno.
En el artículo de Al Navío, se asegura, además, que dentro de las filas del Psuv no hay mecanismos de consulta democrática, sino que todo el accionar es impuesto. «Las promesas de una democracia protagónica y participativa se quedaron en eso, siendo promesas». El chavismo está «más destruido» incluso que la misma oposición.
«La dictadura de Maduro avanza en dos carriles, contra la oposición y contra el chavismo«, apunta el artículo
Redacción Maduradas con información de Al Navío
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