Durante una entrevista para el diario chileno La Tercera, Valentinna Rangel, publicista venezolana, contó cómo ha sido el migrar a Chile para completar su transición al sexo femenino.
Para empezar, Rangel cuenta haber llegado a Chile en 2016 para huir de la crisis que está viviendo Venezuela y comenzando una nueva etapa donde nadie conociera su pasado y poder lograr su meta de cambio de género.
Asimismo, señaló que ha mantenido activas sus cuentas en redes sociales para mostrar todo el proceso que viven las personas transgéneros.
“La sociedad solo muestra a los que ya son hombre o mujer, pero no muestra la transición de un género al otro, que es lo más difícil. Decidí hacer esto para empoderarme”, dijo.
Por su parte, la venezolana afirmó conocer su identidad de género desde muy pequeña, aunque le causaba un poco de “miedo” reconocerse como transgénero, por las discriminaciones que hay en Venezuela.
“Antes tenía miedo de decir que soy transgénero, a pesar de saber que mi familia me apoyaría. Tenía miedo de no haber podido estudiar o tener un empleo, de quedarme sin familia y sin amigos. En Venezuela está el estigma de que las trans están todas solas y son prostitutas. Yo no quería tener esa etiqueta”, comentó.
Debido a esto, decidió enfocarse en ahorrar dinero y alcanzar el éxito para irse de Venezuela y lograr su sueño.
Además, agregó que su familia es parte importante de su vida, sobre todo su madre, quien falleció en 2002 y quien la inspira a seguir adelante.
“Una madrugada comenzó a convulsionar, la llevaron al hospital y le dijeron que tenía un tumor en el cerebro. Lograron sacarle una parte del tumor, pero quedó en estado vegetal. Le dieron 48 horas para que despertara, pero no lo hizo. De hecho, mi nombre tiene doble “n” por mi mamá, Neida, que es lo más importante en mi vida”, confesó.
De acuerdo con Rangel, fue su tía quien le hizo comprender que lo que ella estaba buscando era el “ser mujer”, haciéndole comprender que la orientación sexual y la identidad de género son totalmente diferentes.
“Mi tía me contó que a los cinco años mi mamá me llevó al psicólogo porque yo era muy femenina y no me gustaba que me vistieran con ropa de chico. Me hicieron un examen hormonal, que claramente no sirvió para conocer mi identidad de género, así que mi mamá investigó sobre el tema y preparó a mi familia. Les dijo que yo siempre iba a ser diferente y que tenían apoyarme”, contó.
Por otro lado, Rangel indicó que en 2018 presentó “tensión muscular”, por lo que fue remitida a un psiquiatra en el Hospital Barros Luco, donde comenzó su transición al ser uno de los lugares donde está el proyecto de salud trans.
Por último, la venezolana admitió que aún lucha con el miedo a salir a la calle, pues no quiere ser víctima de violencia o agresiones por ser una mujer transgénero.
“Sin querer victimizarme, es duro ser migrante, ser mujer y transgénero. Desde que di el paso, he visto cómo la gente hace comentarios y hay momentos incómodos. Creo que lo más terrible es que los prejuicios son personales y eso habla más mal de esas personas que de mí”, concluyó.
En la actualidad, está terminando un magister en Gerencia Estratégica de la Comunicación en la Universidad de Artes, Ciencias y Comunicación (Uniacc), donde ya le cambiaron su nombre legal por su nombre social, Valentinna.
Redacción maduradas con información de El Pitazo.
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