Joaquín “El Chapo” Guzmán fue un asesino despiadado que ordenó la muerte de un hombre que se negó a darle la mano en una reunión, dijo el lunes un testigo de la fiscalía al jurado en el juicio de Guzmán en Estados Unidos.
Jesús Zambada, el hermano de Ismael “El Mayo” Zambada que fue el presunto socio de Guzmán en la dirección del Cartel de Sinaloa, ofreció su testimonio más dramático después de tres días en el estrado al describir la participación de Guzmán en una serie de muertes.
En un interrogatorio de la parte contraria, uno de los abogados defensores de Guzmán lanzó un ataque contra la credibilidad de Zambada, destacando las inconsistencias entre su testimonio y sus declaraciones originales ante los fiscales estadounidenses.
Guzmán, de 61 años, fue extraditado a Estados Unidos en enero del 2017 y está acusado de dirigir envíos masivos de cocaína, heroína, metanfetamina y marihuana. Él está siendo juzgado en una corte federal de Brooklyn, acusado de 17 cargos criminales, y podría enfrentar una cadena perpetua si es declarado culpable.
Guzmán ordenó asesinar a Rodolfo Carrillo, miembro del rival Cartel Juárez y hermano de su líder, luego de que se negó a darle la mano durante una reunión, dijo Zambada. El asesinato del 2004, según Zambada, avivó una guerra entre ambos cárteles.
Zambada dijo que otro objetivo fue un oficial de policía corrupto, identificado solo como Rafita, que trabajaba para el narcotraficante Arturo Beltrán Leyva. Zambada dijo que los asesinos que trabajaban para El Mayo y Guzmán mataron a Rafita después de sacarlo de su casa fingiendo que habían atropellado a su hijo con un auto.
“El niño ni siquiera se dio cuenta de que sucedió algo”, dijo Zambada. “Siguió yendo a la escuela”, agregó.
Zambada admitió bajo interrogatorio del abogado William Purpura que algunos aspectos de su descripción de los hechos pueden haber cambiado. Sin embargo, sostuvo que su testimonio en el tribunal era verdadero.
Información de Reuters.