Recientemente, según reseñó El Nacional, se pudo saber que, gracias a una oportuna llamada hecha por Nicolás Maduro, el régimen venezolano se evitó ser sancionado y que una misión de la Organización de Estados Americanos (OEA) visitara sus fronteras para conocer la situación de la crisis fronteriza entre Colombia y Venezuela.
AFP
El hecho se produjo en el año 2015, luego de que Maduro ordenara el estado de excepción en Táchira y el cierre de un tramo de los 2.219 kilómetros de frontera que comparte con Colombia. El argumento era combatir el contrabando y una respuesta a supuestas acciones de paramilitares.
La jugada madurista incluyó, igualmente, la deportación de al menos 20.000 colombianos que se movilizaban hacia las fronteras.
Como consecuencia, María Ángela Holguín, por entonces canciller del gobierno del expresidente colombiano Juan Manuel Santos, hizo un llamado a Luis Almagro, secretario general de la OEA, quien, a su vez, convocó a una reunión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA. Los objetivos eran que los cancilleres resolvieran abordar la crisis en la frontera. El presidente Santos quería que la misión fuese a Cúcuta para evaluar el terreno.
Sin embargo, los votos estaban divididos y Holguín apenas consiguió los 18 votos necesarios para que se aprobara la resolución. El régimen madurista era aún muy influyente en la OEA, por lo que, si cualquier país cambiaba de opinión, se perdería la batalla diplomática.
Y así fue, Maduro habría llamado al entonces presidente de Panamá Juan Carlos Varela y prometió saldar la deuda que Venezuela tenía con la aerolínea Copa Airlines a cambio de su voto.
Pese a los esfuerzos de Holguín, la información le llegó apenas tres minutos antes de la votación y, por entonces, ya la resolución estaba perdida: Panamá, un país que tradicionalmente se había movido en contra de Maduro, decidió “mirar hacia el costado”. Así lo indicó El Nacional.
Redacción Maduradas con información de El Nacional
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