Son dos los motivos que limitan a los zulianos al momento de querer decorar o retocar sus casas: la inflación y, aunque usted no lo crea, la inseguridad.
La primera razón es un problema nacional, las familias venezolana ya no disponen de suficientes recursos económicos para hacer las acostumbradas modificaciones a finales de año. Sin embargo, la segunda, resulta alarmante en esa entidad, debido a que la delincuencia organizada que opera en esa región evalúa cada aspecto de la vida de sus potenciales víctimas.
Al parecer, pintar una casa significa que el propietario tiene dinero. Algunos prefieren hacer retoques en el interior de sus viviendas y dejar las fachadas tal y como estaban.
En ciertos municipios del estado Zulia la extorsión se vive a diario.
Arturo González, habitante de esa entidad, contó que en esas localidades las personas no pueden adquirir un carro o usar ropa nueva porque se pueden convertir en el objetivo de los “cobravacunas”, lo sabe porque le pasó a uno de sus parientes.
Y es que para pintar una casa se necesitan entre 8 y 12 millones de bolívares, debido a los costos de pintura, artículos para pintar y mano de obra, lo que hace deducir a la delincuencia que en esa vivienda hay dinero para exigir.
Redacción Maduradas con información de Caraota Digital.
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