Hacinamiento, hambre y sin acceso a la salud, así permanecen los reclusos en la mayoría de los calabozos del país.
Denuncias sobre este problema han sido expuestas reiteradas veces por organizaciones no gubernamentales como el Observatorio Venezolano de Prisiones y Una Ventana a la Libertad, que se han encargado de explicar que los centros de detenciones preventivas no están diseñados para albergar a más de 10 personas por celda durante un periodo máximo de 96 horas; sin embargo, los peores señalamientos sobrevienen ante el fallecimiento de los reclusos.
Algunos privados de libertad no cuentan con la ayuda de sus familias debido a la crisis económica que se vive en el país.
Una Ventana a la Libertad informó de 9 decesos por desnutrición en los calabozos del país, además las enfermedades infecciosas como la tuberculosis han proliferado dentro de los recintos.
El pasado sábado murió Maiquer De Santiago, de 38 años, quien presentó desnutrición y deshidratación. Estaba preso en el comando de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) en El Junquito. Fue detenido por robar comida en una casa. Sus parientes se enteraron tarde de lo sucedido y, para cuando fueron a visitarlo, ya se encontraba en extrema delgadez y en seguida su estado de salud se complicó. Fue trasladado al Hospital Vargas, donde murió.
Redacción Maduradas con información de El Nacional.
Lea también:
¡CARADURA! Maduro dice que hay democracia: Antes se echaba plomo a los estudiantes, nunca se les escuchaba