Nicolás Maduro decretó el adelanto de la Navidad para 1 de octubre, una medida que ha generado desconcierto entre los ciudadanos.
Esta decisión, anunciada sin mayores detalles, llega en un momento en que el país enfrenta una profunda crisis política tras la elección presidencial del pasado 28 de julio.
Muchos venezolanos se preguntan cómo podrán celebrar las fiestas navideñas en medio de la incertidumbre y las dificultades económicas que atraviesan.
La reacción de la población ha sido de escepticismo. José Ernesto Ruiz, un oficinista de 57 años, expresó a la agencia de noticias AP, su incredulidad ante la medida, señalando que la Navidad debería ser un tiempo de alegría y celebración familiar, algo difícil de imaginar en la actual situación del país. La falta de recursos y la crisis política han dejado a muchos venezolanos sin el ánimo festivo de esa época del año.
No es la primera vez que Maduro adelanta las celebraciones navideñas. En años anteriores, como en 2019 y 2020, también decretó el inicio anticipado de la Navidad, aunque nunca tan temprano como este año.
En esas ocasiones, las calles se decoraron con luces y se organizaron conciertos y fiestas en parques públicos, pero la situación económica y política actual hace que muchos duden de la viabilidad de repetir esas celebraciones.
Maduro ha justificado su decisión en las “buenas perspectivas económicas” y el apoyo de los venezolanos en momentos difíciles. Sin embargo, para muchos ciudadanos, estas palabras no se traducen en una mejora tangible de sus condiciones de vida.
Redacción Maduradas con información de AP
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