La producción de alimentos descendió 10% en los últimos cuatro meses y las empresas afiliadas a la Cámara Venezolana de la Industria de Alimentos presentan niveles críticos de materia primas, empaques, repuestos e insumos. No avizoran mejoras a corto plazo, reseña El Nacional.
Manuel Felipe Larrazábal, presidente del gremio, informó que la industria afronta severos problemas que han ocasionado la paralización de la producción de nueve rubros de alimentos.
“La situación es crítica, las categorías atún, quesos untables, salsa de tomate, carne enlatada, mortadela, avena, bebidas en polvo, flan en polvo y gelatinas no se están produciendo”.
“Otras categorías se encuentran en riesgo inminente de ser suspendidas debido a los bajos niveles de inventario y a la incertidumbre de reposición”, dijo.
Actualmente se producen de manera intermitente, según la cantidad de insumos disponibles, arroz, azúcar, mayonesa, refrescos, aceite, jugos, salchichas, galletas y trigo panadero. Alertó que también faltan envases de aluminio, hojalata, de plásticos, vidrio y pet.
Larrazábal dijo en que en diciembre le informaron al gobierno las causas que dificultaban la producción, sin embargo no aplicaron las medidas que recomendaron, y la situación empeoró.
Recordó que la falta de divisas y el incumplimiento de pago de la deuda con los proveedores internacionales, que suma 1,6 millardos de dólares, generaron la crisis. Indicó que en 2015 el gobierno no hizo liquidaciones para honrar los compromisos y esto causó el cierre de las líneas de crédito, limitando la adquisición de materia prima, material de empaque, insumos y repuestos.
“El congelamiento ilegal de precios” que contraviene la ley de precios justos, es otro de los factores que inciden en las operaciones del sector. Señaló que muchas empresas han cerrado porque no cubren los costos de producción con los precios establecidos por el gobierno. “Los precios controlados hacen inviable la producción de las categorías reguladas. El rezago en la revisión y los incrementos insuficientes no permiten cubrir costos”, afirmó.
¿PRECIOS JUSTOS O INJUSTOS?
Mencionó que el litro de aceite está regulado en 28 bolívares y debe estar en 212 bolívares. La pasta alimenticia está congelada en 15 bolívares y solicitan aumentarla a 141 bolívares. Igual ocurre con el arroz y la harina precocida de maíz. Sus precios están controlados en 25 y 19 bolívares, pero la industria necesita que suban a 81 y 102 bolívares, respectivamente, para que sea rentable producirlo.
La situación ha imposibilitado la reinversión para aumentar la capacidad de producción, con el fin de satisfacer la demanda de alimentos de la población, expresó. Agregó que en 42% de las empresas afiliadas al gremio el ausentismo laboral registra niveles superiores a 30%. “En más de 80% de las calificaciones de despido que introducen en el Ministerio del Trabajo, el despacho no procede a la apertura del procedimiento”.
El empresario señaló que la Ley del Trabajo no se cumple y existe impunidad. “Las calificaciones de falta involucra a 1% de los trabajadores en la industria, pero afectan la productividad del 99%”.
Soluciones.
El directivo expresó que aunque Cavidea no ha sido formalmente invitada por el gobierno a participar en el Consejo Nacional de Economía Productiva consideran que tienen la responsabilidad de hacer sus recomendaciones.
Aseguró que existe la oportunidad de cambiar estructuralmente la situación de desabastecimiento con la ejecución de cuatro medidas que sugirió aplicar de manera inmediata:
1. El acceso inmediato y suficiente de las divisas. El Ejecutivo debe reconocer la deuda con los proveedores internacionales. Seguidamente, definir mecanismos para el refinanciamiento del pago con términos y condiciones aceptables para los proveedores. Además, permitir el acceso a mecanismos de pagos a la vista; es decir, de contado, para que se restituya la confianza y el suministro de los insumos necesarios para la producción.
2. Incentivar la producción nacional de maíz blanco, café, arroz y cacao, en los que el país tiene ventaja competitiva y la industria nacional garantiza la compra total de la cosecha al productor. Que se asignen divisas a la industria de alimentos nacional en lugar de dirigirlas a la importación de productos terminados.
3. Que se ajuste y revisen los precios de los productos regulados para que los fabricantes puedan cubrir los costos de producción y obtener ganancias adecuadas. Destacó que es fundamental “eliminar la distorsión cambiaria y su efecto en los costos y precios”.
4. Incentivar la productividad laboral por medio del reglamento de la Ley del Trabajo. Además que se decidan las calificaciones de falta para evitar la impunidad.
LA CIFRA
1,6 millardos de dólares le debe el gobierno a los proveedores extranjeros de las industrias de alimentos. Es crítico el inventario de material de empaque.