Durante el mes de mayo, más de 550 personas han sido contagiadas por el nuevo coronavirus en Venezuela, de acuerdo con datos del régimen de Nicolás Maduro. Esto representa un aumento de más del 100 % de los casos con respecto a los meses anteriores.
Al Jazeera
María Teresa Pérez, exdirectora de Salud en el estado Lara y diputada a la Asamblea Nacional, explicó a La Prensa de Lara que el alza de los casos obedece en gran medida al incumplimiento de las recomendaciones sanitarias.
«Las personas no pueden darse el lujo de quedarse en casa y no comer. La dramática situación económica que hay en el país hace que sea una obligación para muchos salir a buscar el día a día y eso se traduce en exposición al virus», dijo.
El doctor José Félix Oletta, exministro de Salud, aseguró por su parte que los ciudadanos no aguantan la idea de estar encerrados en sus hogares ante las fallas en los servicios públicos.
«Las personas no aguantarán encerradas en sus casas porque no tienen las condiciones para estar allí. Cuando las protestas por servicios como agua, luz o gas empiecen a aparecer los casos se multiplicarán», expresó.
Migrantes retornados
La repatriación de venezolanos es otro factor de peso a la hora de explicar la cantidad de nuevos contagios.
Los especialistas explicaron que el traer a tantos venezolanos infectados hará que la carga viral aumente lo que se traducirá en contagios por contacto estrecho.
Otro de los elementos que incide de forma directa en el aumento de casos en Venezuela es la falta de pruebas PCR.
Los expertos señalaron que para detectar coronavirus se deben hacer pruebas sanguíneas; sin embargo, el país no tiene capacidad para procesar estos análisis y hace pruebas rápidas que no son tan efectivas.
«En estos momentos podríamos tener, hipotéticamente hablando, 400 casos de coronavirus que no han sido diagnosticados. Las pruebas rápidas tienen una sensibilidad al virus de 60% lo que significa que hay 40% de probabilidades de que el examen arroje un falso negativo. Eso es algo peligroso porque una persona que esté asintomática y que haya dado negativo en una de estas pruebas podría infectar a cientos de personas», decía en días pasados el doctor José Félix Oletta.
Recordó que estas pruebas no tienen la aprobación de la Organización Mundial de la Salud y que en ninguna parte del mundo las toman como un valor de referencia.
«No se puede decir que se están haciendo miles de pruebas al día cuando la realidad es que el Instituto Nacional de Higiene puede procesar entre 90 y 100 pruebas al día«, resaltaba en días pasados el doctor Julio Castro, presidente de la Comisión Científica creada por el presidente encargado Juan Guaidó.
Lo que más preocupa a los médicos es que estos falsos negativos pueden generar contagios locales lo que haría que el virus fuese mucho más difícil de controlar. «La amenaza estaría en casa y sería prácticamente imposible frenar la propagación», dijo el epidemiólogo César Ribas.
Redacción Maduradas con información de La Prensa de Lara
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