El pasado lunes 17 de febrero, cuatro miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) fueron, supuestamente, detenidos por funcionarios del Comando Fluvial Fronterizo N.º 51.
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De acuerdo con la periodista Sebastiana Barráez, los guerrilleros tenían en su poder 1.400 kilogramos de presunta marihuana. Además, también poseían armas de fuego y una gran cantidad de uniformes de las FARC.
Aparentemente, dos de esos guerrilleros eran venezolanos y fueron presentados como “miembros de grupos generadores de violencia”. Los aludidos fueron identificados como Giovanny Calderón, Alvaro Róbinson Gutiérrez García, Wilmer Antonio Pulido y Carlos Enrique Nieves Salazar.
Esta agrupación tenía un campamento en el estado Anzoátegui, específicamente en la población de Mapire, la cual está en las orillas del río Orinoco.
Los supuestos guerrilleros fueron presentados ante los tribunales militares de Justicia, los cuales están ubicados dentro de las instalaciones de la Zona Operativa de Defensa Integral (ZODI) del estado Bolívar.
Se les imputaron lo delitos de rebelión militar y violación de la zona de seguridad.
Redacción Maduradas con información de Infobae
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