La jugadora de fútbol Deyna Castellanos publicó la tarde de este martes 5 de octubre un comunicado en su cuenta en la red social Twitter en la que denunció supuestos casos de estupro y acoso sexual a jugadoras de la selección Vinotinto femenina por parte del exentrenador Kenneth Zseremeta.
Daniel Arrieta / El Impuslo
“Nosotras, las jugadoras de la selección de Venezuela de diferentes procesos hemos decidido romper el silencio para evitar que las situaciones de abuso, acoso, físico, psicológico y sexual ocasionadas por el entrenador de fútbol Kenneth Zseremeta tomen más víctimas en el fútbol femenino y en el mundo”, comienza la carta pública.
En el texto se describe que los incidentes habrían ocurrido entre 2013 y 2017. Añade que el abuso físico y psicológico se realizó durante los entrenamientos. El escrito resalta que muchas de las jugadoras siguen con “traumas y heridas mentales” que las han acompañado en su día a día.
“Aunque suene una locura, para nosotras era normal que nuestro entrenador opinara, comentara y nos preguntara sobre nuestra sexualidad e intimidad aun siendo menores de edad. Muchas de estas situaciones eran apoyadas por algunos miembros del cuerpo técnico”, relata el documento.
No obstante, las futbolistas aclaran que en la actualidad comprenden que esas acciones tenían el objetivo de manipularlas y hacerlas sentir culpables, ya que las jugadoras de la comunidad LGTBI “eran constantemente cuestionadas por su orientación sexual y el acoso hacia las heterosexuales era constante”.
“Existían amenazas y manipulaciones de decirle a los padres de las jugadoras sobre su orientación sexual si no tenían disciplina o rendían como deberían. Las insinuaciones sexuales eran temas del día a día al igual que los comentarios hacia el atractivo físico de muchas de nuestras jugadoras”, señala el texto.
Abuso prolongado
En la carta, precisan que no habían hablado antes sobre este asunto porque no ha sido fácil el proceso, no obstante, puntualizaron que “como víctimas de abuso es importante alzar la voz, por defender el honor de nuestra compañera y para que una persona así jamás tenga el poder de hacerle daño a otra niña y mujer”.
“Les pedimos respetar nuestra privacidad, no haremos más comentarios al respecto de este tema. Saber que la mayoría de nosotras estuvo desde los 13-14 años pensando que un manipulador era la persona que nos quería ‘ayudar’ en nuestras carreras ha sido un golpe muy fuerte”, cita el escrito.
Las futbolistas mencionan el caso de una compañera, cuyo nombre mantuvieron en el anonimato por respeto a su privacidad, quien se encuentra en estos momentos en un “mejor lugar mental y físicamente, a pesar de todo el trauma que causó esta persona en su vida, ella buscó la ayuda necesaria para poder seguir haciendo su vida de la mejor manera, siendo una sobreviviente a un monstruo que no solamente abusaba de ella a nivel sexual”.
Afirman que Zseremeta también se aprovechó de manera emocional de esa compañera, ya que “vivía en un constante asedio en el que ella prefería no ser convocada más”, pero el exentrenador seguía visitándola en la casa de sus padres “para manipularlos”, valiéndose de las “necesidades económicas de ella y su familia”, pues al ser parte de la selección, la convertía en el sustento de su hogar en muchas ocasiones. Esa situación se prolongó por muchos años, indican.
“Hoy sabemos que todos nuestros éxitos fueron gracias a nuestro talento, esfuerzo y perseverancia, así como todos los que vendrán con diferentes DT. Hoy estamos más unidas que nunca aceptando las heridas que nos dejó el pasado y abrazando un mejor presente”, reconocen.
Aseguran que la manipulación se extendió al nivel ejecutivo y de cuerpo técnico, ya que Zseremeta les hacía creer que todos aquellos que estaban a su alrededor “eran malas personas” y que “solo él era quien buscaba nuestro bien”.
Agregan que los resultados que obtenía la selección femenina por el desempeño de las jugadoras “lamentablemente lo mantenían en una buena posición” y nunca se sintieron con las herramientas necesarias para poder hablar y ser apoyadas porque “la influencia y el poder de esta persona en nuestras vidas era autoritario”.
Despido
En noviembre de 2017, la Federación Venezolana de Fútbol destituyó como técnico de la selección femenina Sub 20 a Zseremeta. El despido se originó horas más tarde de que el DT denunciara que las jugadoras estaban en “un cuadro de desnutrición tremendo”.
“Estamos conscientes que un grupo de jugadoras lo apoyó en su momento del despido, las cuales estaban bajo su manipulación para seguir generando problemas alrededor de su despido. Hoy en día la mayoría de estas jugadoras no tienen relación con el exentrenador”, aclararon en la carta pública.
Sentido de culpa
Las jugadoras revelaron que en 2020 una de sus compañeras les confesó que había sido abusada sexualmente por Zseremeta desde que tenía 14 años de edad (2014) y se prolongó hasta que fue despedido en 2017.
“Su cómplice en todo esto es Williams Pino. Esto ha sido una noticia que para todas nosotras ha sido muy difícil de asimilar, al grado que muchas de nosotras nos sentimos culpables por haber estado tan cerca de todo esto y no habernos dado cuenta de algo tan grave y punible. Al mismo tiempo, la confesión no nos sorprendió pues ese era el tipo de ambiente que el entrenador cultivaba día con día”, expresaron.
Destacaron que han buscado por diversos medios de entablar una demanda legal contra el exentrenador, “pero por diferentes motivos, se nos ha hecho muy difícil. Por esa razón hemos decidido omitir el nombre de nuestra compañera, para respetar su privacidad y sobre todo el marco legal de esta denuncia”.
Admitieron que tras la confesión de esta jugadora, otras jóvenes decidieron manifestar las “experiencias de acoso, tanto telefónico como preguntas e invitaciones indebidas, sobornos para mantenerse dentro de la selección, regalos fuera de contexto, masajes y diferentes situaciones que definitivamente no eran normales y que nosotros no entendíamos”.
Apoyo
Por último, pidieron a las autoridades pertinentes, como la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA), confederaciones, federaciones y ligas que adopten las acciones necesarias para que Zseremeta no continúan trabajando en el fútbol femenino.
“Como jugadoras, no callaremos más pero necesitamos el apoyo de todas estas instituciones para proteger a la jugadora de fútbol a nivel global y crear una cultura donde podamos estar a salvo. Sabemos que hay muchas jugadoras de diferentes equipos, federaciones y clubes que han pasado por cosas similares a las nuestras. A todas ellas les mandamos nuestra solidaridad. Juntas podemos cambiar el rumbo del fútbol femenino y juntas podemos protegernos las unas a las otras”, finalizan.
La carta pública fue firmada por Lourdes Moreno; Castellanos; Gabriela García; María Gabriela García; Hilary Vergara; Sandra Luzardo; Michelle Romero; Fátima Lobo; Franyely Rodríguez; Nikol González; Camila Pescatore; Daniuska Rodríguez; Yuliana Caile; Alexandra Canaguacan; Génesis Flores; Alexa Castro; Yohanli Mujica; Bárbara Serrano; Tahicelis Marcano; Heliamar Alvarado; Yailyn Medina; Nathalie Pasquel; Icéis Briceño y Dayana Rodríguez.
🚨COMUNICADO. 🇻🇪 #NoMasAbusos
#ProtejanALasJugadoras #ProtectThePlayers pic.twitter.com/KJ2alEE0Jz— Deyna Castellanos (@deynac18) October 5, 2021
Redacción Maduradas
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