Estados Unidos anunció este lunes 12 de agosto nuevas normas que negarán la residencia definitiva o la ciudadanía a inmigrantes que se beneficien de ayudas sociales.
«Una vez que esta norma sea implementada y sea efectiva a partir del 15 de octubre los funcionarios migratorios van a considerar que si un extranjero recibió o recibe algunas de las ayudas señaladas esto va a ser considerado como un factor negativo al examinar su caso», dijo en una rueda de prensa Ken Cuccinelli, director interino de la Oficina de Servicios de Ciudadanía e Inmigración en la Casa Blanca.
Esta nueva reglamentación va a afectar los procesos para recibir la nacionalidad de millones de inmigrantes, la mayoría de origen latino, que trabajan en empleos mal pagados y que dependen de ayudas sociales para vivir.
Entre las ayudas designadas están los subsidios para vivienda, subsidios para medicamentos, el seguro de salud público Medicaid y los bonos para comprar alimentos.
Una persona poseedora de la tarjeta de residente permanente podría no obtener su ciudadanía en caso de no poder mantener su economía personal sin ayudas públicas.
«Esta acción va a ayudar a asegurar que si un extranjero entra o permanece en Estados Unidos deba mantenerse a sí mismo y no depender de ayudas sociales», dijo la Casa Blanca en un comunicado.
Los inmigrantes de la tercera edad, muchos de los cuales obtienen medicamentos recetados a bajo costo a través de programas subsidiados, también podrían verse obligados a dejar esas ayudas o arriesgarse a ser considerados «carga pública», lo que no les permitiría mantener el estatus de residente legal.
La definición de carga pública fue ampliada por las autoridades de inmigración de EEUU, ahora quienes se beneficien de la mayoría de los programas de gobierno podrían ver negada una futura aplicación para la residencia permanente. #TVVenezuela por: https://t.co/NdV5hzPwnP pic.twitter.com/LDQ65kqNBi
— TVV Noticias (@TVVnoticias) August 13, 2019
Para el gobierno estadounidense, el presidente Donald Trump «está reforzando una ley ya existente para evitar que los extranjeros dependan de los programas de ayudas sociales».
El gobierno de Trump defiende una línea dura contra la inmigración irregular y uno de los ejes de su mandato ha sido el proyecto de construir un muro en la frontera con México, una iniciativa que lo llevó a una dura pugna con el Congreso.
En Estados Unidos hay cerca de 22 millones de extranjeros que residen legalmente en el país.
Información de EFE y AFP.