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¡ATERRADOR! “Necesitaba borrarla del mapa”: la obsesión y los celos desmedidos la llevaron a asesinar a la novia de su ex y ahora pasará el resto de su vida tras las rejas

La mexicana Brenda Delgado, una de los prófugos más buscados del FBI, por celos y obsesión planificó el asesinato de Kendra Hatcher, la novia de su expareja Ricardo “Ricky” Paniagua, en el año 2015.

Capturas de pantalla

Ricky y Brenda, de 39 y 47 años actualmente, iniciaron una relación en 2012 y, a pesar de que en algún momento pensaron en casarse, en el año 2015 terminaron definitivamente porque Pinagua no se sentía seguro.

Delgado se tomó muy bien la decisión de su ex y la relación entre ellos quedó en buenos términos. Lo que no sabía Ricardo es que la mexicana le había montado una verdadera operación de espionaje.

Tenía bajo su control el mail de Ricky, la llave del departamento que habían compartido y se había bajado una aplicación que le permitía geolocalizar su teléfono para saber dónde estaba. Hacía capturas de pantalla de los mensajes y de sus fotos. Además, estaba al tanto de con quién salía y adónde viajaba.

En mayo de 2015, Ricky conoció a Kendra Hatcher, de 35 años, por la aplicación Tinder y salieron por primera vez el 24 de mayo de ese año. En esos primeros tres (y únicos) meses de amor, ambos fueron la postal de la perfecta felicidad. Ya pensaban en casarse y sus familias se habían conocido.

Brenda, al ver lo seria que parecía la nueva relación de su ex, planificó con Crystal Cortes, que tenía 23 años y a quien le ofreció 500 dólares para que la ayudara, buscar un sicario y asesinar a Hatcher.

Un viejo amigo de Crystal, llamado Kristopher Love, con 31 años, tenía antecedentes y vivía de vender marihuana. El maleante sabía de armas y quería empezar un negocio en el mundo de la prostitución, para eso necesitaba dinero y Brenda le prometió una paga de 3000 dólares entre efectivo y estupefacientes.

Cortes manejaría el auto y Love usaría una pistola Smith & Wesson calibre 40 para dispararle a Kendra el miércoles 2 de septiembre, un día antes que la pareja viajara a las playas de Cancún.

Para el crimen Brenda le pidió prestado a una amiga un BMW plateado, pero el auto esa mañana tuvo un inconveniente con el acelerador y el mecánico de Delgado, José Ortiz, les prestó su camioneta Jeep Cherokee negra para que se pudieran mover.

Crystal llevó a Brenda a la librería pública donde haría un trámite para certificación de su reciente título para su coartada. Luego, Cortes recogió a Love y estacionaron el Jeep frente a los consultorios donde trabajaba Kendra.

Cuando Kendra terminó de trabajar, la pareja de sicarios se dirigió al estacionamiento de la casa de la víctima para esperarla allí. Al llegar, Love, que estaba escondido en el asiento trasero, salió del Jeep y apenas la mujer bajó del auto levantó la pistola y disparó directo a su cabeza, tomó la cartera y la cámara de Kendra y corrió hasta la camioneta.

En ese momento, Brenda se estaba tomando unos tragos en Chili‘s, con un compañero de clases. La ciudad quedó conmocionada con la noticia y al comienzo de la investigación, debido a que la cartera de Kendra no se había hallado, todos pensaron que había sido un robo.

Pasada una semana, tras declaraciones de conocidos de Ricky, la investigación dio un vuelco de 180 grados y se concentró en Brenda Delgado. Luego del interrogatorio y asustada por el revuelo mediático, se fugó.

El 7 de octubre de 2015 se emitió una orden federal de arresto por huida ilegal y el 6 de abril de 2016, seis meses después de ser acusada del homicidio, el FBI la agregó a la lista de los diez prófugos más buscados y ofreció una recompensa de 100 mil dólares. Brenda fue la persona 506 en ser añadida a esa lista (que data de 1950) y la novena mujer.

Durante seis meses, Brenda vivió tranquilamente con sus familiares en Monterrey, México, mientras las fuerzas federales del país vecino la buscaban infructuosamente. El FBI, en conjunto con las autoridades mexicanas, terminó por encontrarla y fue arrestada en Coahuila.

El 6 de octubre de 2016 fue extraditada a Texas para el juicio y evitó la pena de muerte gracias al acuerdo entre los dos países.

El primero en ir a juicio fue Kristopher Love, en octubre de 2018. Apoyados en la declaración de Crystal, al jurado le llevó dos horas encontrarlo culpable de haberle disparado a Kendra y, con 34 años, fue condenado a muerte por inyección letal.

Crystal Cortes, quien conducía el auto, gracias al acuerdo para declarar en contra de Love y Brenda, fue sentenciada a 35 años de prisión y podría salir en libertad condicional en 2033.

El viernes 7 de junio de 2019, en la ciudad de Dallas, Estados Unidos, luego de un juicio de cinco días y en solo veinte minutos de deliberación, el jurado del juicio encontró culpable a Brenda Delgado.

Redacción Maduradas con información de infobae

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