La periodista de Prodavinci Valentina Oropeza,publicó un reportaje en el cual reveló el horror que vivió un manifestante en manos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).
Foto: Giovanna Mascetti
El joven contó que el pasado lunes 10 de abril salió a participar en la manifestación que convocó la oposición contra el presidente Nicolás Maduro: «Tengo veintidós años y era la primera vez que salía a protestar (…) me fui con dos amigos para no andar solo».
Relató que los funcionarios de los cuerpos de seguridad castrense emboscaron la manifestación en sus motos. «Salí corriendo pero lanzaron muchas bombas lacrimógenas, una me cayó casi en toda la cara y me asfixié, no pude correr más»,agregó.
«Ya los tenía encima. Entonces uno de los guardias se bajó de la moto corriendo y me emboscó tipo jugador de rugby y pegué contra el escalón de un negocio que está ahí. La costilla la pegué del maldito escalón ese», reveló el joven.
Indicó que estando en el piso siguieron golpeándolo: «Me dieron por la espalda, las costillas, los brazos, las piernas. Me dieron con el rolo ese por todos lados. Hasta con la peinilla y con el casco también me dieron por la cara (…) y uno de ellos intentó meterme el dedo por el trasero. Eran como veinte guardias y también había dos policías».
Pero esa no fue toda la tortura que tuvo que vivir este joven opositor. Luego de la brutal golpiza se lo llevaron al sitio donde se estaban refugiando para continuar sometiéndolo.
«Mientras me pegaban me decían: ‘te vamos a matar, mamagüevo’, ‘te vamos a violar’, ‘vamos a acabar con tu familia, maldito’, ‘¿quién te manda a meterte en esto? Eso mismo pensé yo: ¿quién me manda a meterme en eso?», dijo.
Después de los momentos de tortura lo llevaron a la Fiscalía, donde les dijeron a los GNB que debían llevarlos al hospital para chequear que estuvieran bien.
«En el hospital nos recibieron los doctores y los guardias se pusieron muy payasos y los médicos les dijeron que no nos iban a sacar más del hospital, que no nos iban a llevar presos«, contó el joven.
Afortunadamente los doctores y enfermeras del centro del salud impidieron a los militares castrenses llevárselo detenido. Sin embargo, este es solo uno de los tantos testimonios de muchos jóvenes que han sido torturados por estos malandros uniformados.
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