El origen de los cacerolazos se remonta a Chile, país que tuvo una de las dictaduras más crueles de Sudamérica. Fue contra el dictador chileno Augusto Pinochet hacia quien se intensificó este tipo de acción de protesta.
Un video, meses antes de la caída de Pinochet en 1988, demuestra como un nutrido grupo de personas lo caceroleaba y le gritaba: «Que se vaya, que se vaya«.
Composición Maduradas/ Créditos: Reuters- radio.uchile.cl
Así como hoy cacerolearon a Maduro en #VillaRosa los chilenos pitaron a Pinochet meses antes de su derrota. pic.twitter.com/AA0t0VieCS
— Daniel Montero (@danmont) 3 de septiembre de 2016
Esta práctica se fue extendiendo hacia otros países de la región, donde los sistemas de gobierno autoritarios ganaban terreno.
En Venezuela, a finales de los ’80 durante el Gobierno de Carlos Andrés Pérez, se volvió popular está medida para manifestarse contra los gobernantes.
Este viernes, el presidente Nicolás Maduro recibió uno de los más grandes cacerolazos en su presencia, esto cuando visitaba Nueva Esparta para inaugurar unas obras y los vecinos de Villa Rosa sonaron fuerte sus ollas para protestar contra el mandatario nacional.
Redacción Maduradas
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