Hasta los hechos del pasado 30 de abril, Maduro se sentía confiado en el control de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), a través del ministro de Defensa, Vladimir Padrino López.
AFP/Jhonn Zerpa
En un artículo publicado por la periodista Sebastiana Barráez en Infobae, indica que Maduro ha confiado en Padrino López, pero está consciente de que el militar “no es un subalterno incondicional, aunque pueda serle leal”.
“Ha entendido que no es un militar genuflexo, aunque lo ha llevado a escenas poco agradables para él, como cuando lo fue presionando hasta que el General le imprimió cada día una mayor carga ideológica y política a su discurso”, explica Barráez.
Haciendo retrospectiva, Maduro ha intentado mantener el control de la FANB desde antes de Padrino López, cuando en el año 2013 nombró a Carmen Meléndez como ministra de la Defensa. Sin embargo, la almirante “no logró convertirse en una líder militar ni ganar ascendencia en la institución armada”.
Luego de Meléndez, Maduro necesitó de inmediato un relevo militar a quien regresó a los cuarteles en enero del 2016 al general del Ejército Carlos Alberto Osorio Zambrano, como comandante de la Región Estratégica de Defensa Nacional (REDI) Central, en sustitución del mayor general Benavides Torres.
Más adelante, Maduro nombró al general Iván Rafael Hernández Dala en la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) y luego en la Casa Militar como Jefe de la Guardia de Honor Presidencial.
Asimismo, envió a la promoción 1985 seis meses antes a sus casas. “Ahora podría repetir la escena con la promoción 86 y acelerar a la 87, para colocar a Hernández Dala de la promoción 88 a las puertas del Ministerio de la Defensa”, señala Barráez.
Sin embargo, pasó lo del 30 de abril, cuando un grupo de efectivos de la FANB aparecieron con el presidente encargado Juan Guaidó en la base aérea La Carlo, acompañados del líder opositor Leopoldo López, liberado esa misma madrugada de su arresto domiciliario.
En conclusión, “bastó ese pequeño grupo para hacer tambalear a la institución militar, para impedirle que reaccionara apropiadamente ante lo que los ministros de la Defensa y Comunicación llamaron «golpe de Estado».
Redacción Maduradas con información de Infobae
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