El periodista Camilo Rey Luna, de El Nuevo País, reveló que la próxima en «caer» ante la justicia estadounidense podría ser María Gabriela Chávez, hija del fallecido presidente Hugo Chávez.
Foto: Venezuela al Día
A través de un artículo publicado en El Nuevo País, el comunicador reveló que María Gabriela “ni siquiera es de las piezas importantes».
De hecho, ella, el extesorero Alejandro Andrade y Gabriel Jiménez, ex dueño del Banco Peravia, «no son ni siquiera los peces gordos sino simplemente los intermediarios”.
Indicó que el Departamento de Justicia de Estados Unidos lleva a cabo una investigación dividida en dos grandes grupos vinculados a la corrupción y a la legitimación de capitales. Uno de los bloques lo encabezaría como representante Andrade, mientras que en el otro está Nelson Merentes, ex presidente del Banco Central de Venezuela, aseguró.
De acuerdo con lo explicado por el comunicador, Estados Unidos investiga las notas estructuradas, que son instrumentos financieros emitidas con respaldo de las deudas públicas de Argentina, Ecuador y Venezuela. Estimaciones de expertos refieren que, entre 2004 y 2008, se colocaron más de 10.000 millones de dólares en notas estructuradas, en operaciones no supervisadas.
El trabajo de Rey Luna reseña que el negocio de las notas estructuradas comenzó en Venezuela en 2004, cuando Tobías Nóbrega era ministro de Finanzas, época en la que ya existía el control de cambios. A este funcionario lo reemplaza en el cargo Merentes, quien ha sido denunciado por la utilización de recursos del Fondo para el Desarrollo Nacional (Fonden) para adquirir notas estructuradas. «El negocio estaba en vendérselas a discreción a bancos y casas de bolsa», se lee en la nota de El Nuevo País.
Este caso de las notas estructuradas ya estaba siendo investigado por la embajada de Estados Unidos en Caracas, en el año 2009, revelaron cables diplomáticos filtrados por Wikileaks.
«Luego de enriquecerse con las colocaciones a discreción en el mundo financiero venezolano de estos instrumentos, el gobierno de Hugo Chávez ahora amenazaba a sus beneficiados. Según denuncia en ese momento de Henry Ramos Allup, secretario general de Acción Democrática, los agentes chavistas compraban casas de bolsa, bonos, bancos, entre otros, ‘para lavar porque no hallan cómo lavar los excedentes'», se lee en el trabajo de Rey Luna.
Para el momento, Ramos Allup incluyó en su denuncia a Alejandro Andrade, Pedro Torres Ciliberto, Arné Chacón, Leopoldo Castillo Bozo y sus hermanos, Rafael Ramírez, Diego Salazar, Baldo Sansó, George Kabul, Omar Faría Luces y Ricardo Fernández Barrueco.
Redacción Maduradas con información de El Nuevo País.
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