El lunes 17 de noviembre de 2014, mi apartamento en Londres fue asaltado. Los tres sospechosos no demostraron tener la menor preocupación de ser filmados por circuitos cerrados de televisión en el edificio donde vivo. De hecho dos de ellos incluso se atrevieron a plantarle cara al portero del edificio, y uno de ellos incluso hablo con él, en inglés tarzanizado. Mis dos computadoras portátiles fueron robadas, y fotografías impresas de mis hijas y mías fueron dejadas en el bolsillo de una de mis chaquetas de invierno, dentro de mi habitación. Esta historia, en realidad, comenzó en agosto de 2011. En aquel entonces el periodista de Ultimas Noticias Cesar Batiz publicó una investigación sobre contrataciones del estado venezolano durante la llamada “emergencia eléctrica”. Batiz reportó sobre tres compañías (OVARB, KCT y Derwick Associates) las cuales habrían vendido con sobreprecio equipos para generación de energía eléctrica a distintas instituciones del estado venezolano (Corporación Venezolana de Guayana, Electricidad de Caracas y BARIVEN). En Septiembre de 2011, Batiz publicó otro reportaje, sobre el sobreprecio multimillonario agregado en los contratos. Por ello solicitó detalles de las contrataciones, utilizando legislación que establece el derecho a información sobre cómo el estado y sus instituciones gastan dineros públicos. Ninguna de sus solicitudes fue atendida. Batiz se dirigió a la Fiscalía, a exigir cumplimiento de regulación vigente, a las instituciones a las cuales había dirigido sus solicitudes. Nada ocurrió. Batiz elevó luego sus peticiones a la Corte Suprema de Justicia, e incluso increpó, personalmente, al entonces Ministro de Energía y Presidente de PDVSA Rafael Ramírez, a que diese detalles de los contratos otorgados -a dedo- a las tres empresas mencionadas. El editor de Ultimas Noticias, Eleazar Diaz Rangel, también dirigió una solicitud de investigación ante la Fiscalía. Lamentablemente, hasta el día de hoy y en clara violación a leyes vigentes, ninguna de las instituciones chavistas, personeros del régimen, o empresas involucradas han dado respuesta.
Las investigaciones de Batiz expusieron no sólo sobreprecio, sino falta de experiencia para la ejecución de obras contratadas. Batiz demostró incluso que para el momento del otorgamiento de ciertos contratos, una de las empresas (Derwick Associates) ni siquiera estaba registrada en el Registro Nacional de Contratistas, y había sido registrada en otras jurisdicciones (EEUU y Panamá) mas no en Venezuela.
Lo anterior generó cierto interés en Venezuela. El colega bloguero Miguel Octavio escribió sobre una de las empresas mencionadas por Batiz (Derwick Associates) en Octubre de 2011, y reveló que la “oficina” de Derwick en EEUU era una dirección postal en un aeropuerto.
En junio de 2012, Steven Bodzin, antiguo reportero de Bloomberg radicado en Chile, publicó en su blog sobre tres empresas de energía, entre ellas Derwick, y reveló que el artículo publicado por Octavio había desaparecido de su página sin mayor explicación. En octubre de ese mismo año Bodzin publicó otra nota sobre demandas hechas por parte del abogado de Derwick en Nueva York (Hector Torres) de remover comentarios sobre Derwick descritos como “difamatorios”. Tanto Octavio como Bodzin se habían referido a información publicada en el portal wikianticorrupcion.org, en el cual los dueños de Derwick fueron acusados de formar un grupo de bolichicos devenidos en multimillonarios gracias a contratos otorgados sin licitación pública.
La información publicada en wikianticorrupción.org, luego replicada en el Reporte Diario de la Economía, generaron un hecho insólito: Derwick demandó por $300 millones al Banco Venezolano de Crédito (BVC) en una corte de Miami, alegando que dicho banco, y alguno de sus directivos principales, estarían financiando el portal wikianticorrupcion.org, y serían por tanto los responsables de una “campaña de difamación”. Es en ese momento cuando tomo interés en el tema, por el siguiente motivo: he aquí una empresa contratista venezolana (Derwick Associates), manejada por venezolanos, la cual solamente ha sido contratada en Venezuela, para llevar a cabo obras en Venezuela, reclamando $300 millones en daños a un banco venezolano, por afirmaciones hechas en español, en un portal dirigido por venezolanos para una audiencia interesada exclusivamente en temas de corrupción en Venezuela, pero la demanda se introduce primero en una corte en Nueva York, y luego en otra corte en Miami.
Hay una expresión en el lenguaje inglés que se me antoja como perfecta para resumir la postura de Derwick: WTF?
Luego siguen, por supuesto, una serie de interrogantes, entre las cuales:
– Por qué Derwick demanda en EEUU y no en Venezuela?
– Por qué Derwick demanda al BVC y a algunos de sus directivos por lo publicado en wikianticorrupcion.org, y no a Cesar Batiz y el periódico Ultimas Noticias, o al dueño de Ultimas Noticias?
– Si todo es transparente y no hay delitos contra el erario público venezolano, por qué Derwick, y las instituciones públicas que la contrataron, se niegan a dar información sobre dichos contratos, habida cuenta de leyes vigentes sobre administración de recursos del estado?
– Por qué Derwick, una vez iniciada la demanda en Miami, fracasa de forma rotunda en la presentación de su caso, y termina buscando y aceptando un arreglo con la contraparte?
Mi primer escrito sobre Derwick, el cual era básicamente una compilación de la información publicada por Batiz, Octavio, Bodzin, wikianticorrupcion.org y algunas tras fuentes, produjo una reacción inesperada: Maria Jose Tobar, ejecutiva de la empresa de asesoría FTI Consulting, me llamó por teléfono y, haciéndose pasar por otra persona, me hizo una serie de preguntas sobre mi lugar de trabajo y ubicación. Cabe agregar como interesante lo siguiente: Maria Jose Tobar es autora de un dizque reporte de due diligence que FTI Consulting hizo a solicitud de Ricardo Fernandez Barrueco para limpiar su imagen.
Evidentemente, el accionar de Derwick no hizo sino aumentar mi interés por esa empresa. Recuerdo haber pensado: “desde cuándo andan los corruptos boliburgueses y bolichicos persiguiendo y amedrentando gente por el mundo?” Y así comencé a investigar. Descubrí cosas como que el mismo bufete de abogados que estaba defendiendo a Derwick en el caso contra el BVC, había sido contratado anteriormente por Fernandez Barrueco, Rafael Sarria, Alejandro Andrade, Moris Beracha, y Hugo Carvajal, quien ha sido incluido en la Lista Clinton por colaborar con las guerrillas narcoterroristas de Colombia (FARC). Descubrí que el dueño de dicho bufete, el cubano-americano líder del Partido Republicano en la Florida Al Cardenas, era defensor y lobista de Derwick en EEUU, y lo había sido anteriormente de otros boliburgueses, es socio del esposo de la congresista Ileana Ros Lehtinen, y promotor/padrino de Marco Rubio. Descubrí que el encargado de FTI Consulting para Latinoamérica -Frank Holder- ha dejado una estela de pleitos legales, acusaciones de corrupción y actuaciones ilícitas en prácticamente todos los países de la región donde ha trabajado. Descubrí que un compañero de escuela de los directivos de Derwick (Eduardo Travieso) fue despedido del banco de inversión americano JP Morgan por “violar reglamentos internos”, léase lavado de dinero. Descubrí que los directivos de Derwick, quienes antes de 2009 no contaban con bienes de fortuna considerable, habían adquirido propiedades valoradas en millones de dólares en Venezuela, España, y EEUU, y viajaban por el mundo en sus propios aviones privados. Es decir, a medida que ahondé en el tema conseguí mas evidencia de posible corrupción en la contratación de Derwick.
En diciembre de 2012, Bodzin publicó un articulo sobre las visitas que agencias federales de los EEUU (FBI, Treasury, etc) habían hechos a sus artículos anteriores sobre Derwick. En el mismo mes, Batiz dirigió una solicitud de protección ante la fiscalía en Venezuela, debido a llamadas intimidatorias hechas por miembros del SEBIN a su madre, y otros actos llevados a cabo contra él. Batiz publicó otro articulo sobre Derwick por aquellos días, el cual daba cuenta de las visitas que agencias federales de EEUU habían hecho al blog de Bodzin y a mío, y del despilfarro de millones de dólares, por parte de Derwick, en compras de propiedades en otros países. Dicho articulo fue removido del portal Ultimas Noticias, sin mayores explicaciones. Pero Derwick volvió a reaccionar de forma inesperada, publicando un comunicado en El Nacional, donde trabaja en un cargo directivo su relacionista público Nelson Rivera. Dicho comunicado hace una serie de cuestionamientos éticos a la labor periodística de Batiz, y afirma, sin ambages y sin prueba alguna, que Batiz, Bodzin y mi persona somos parte de una dizque campaña de difamación orquestada por Oscar Garcia Mendoza.
En febrero de 2013 publique copias de las cartas que el abogado neoyorquino de Derwick (Torres) había estado enviado a periodistas y blogueros reportando la corrupción en la contratación de Derwick Associates. Las mismas fueron remitidas a Miguel Octavio, Steven Bodzin, Robert Bottome (director y editor de Veneconomia, publicación que dio la primicia mundial del caso Ponzi de Allen Stanford en Antigua) e incluso Batiz. Es necesario destacar que Torres dirigió su comunicación a Batiz en inglés, aun cuando el idioma oficial de Venezuela es el español.
Mientras discurría el pleito legal iniciado por Derwick contra el BVC en Miami, comenzaron a aparecer en distintos portales acusaciones de pedofilia contra Rafael Alfonzo, uno de los demandados por Derwick. La casa de Alfonzo fue asaltada, cámaras secretas fueron colocadas en su habitación, en incluso videos de Alfonzo publicados en internet con el título “mi camarita lo ve todo”. Por si quedase alguna duda de la asociación del régimen chavista con la causa de Derwick contra el BVC, durante ese período la Superintendencia de Bancos de Venezuela prohibió al BVC pagar dividendos a sus accionistas hasta tanto el BVC no “resolviese” el asunto de la demanda introducida por Derwick en una corte de otro país (EEUU).
En marzo de 2013, el ex encargado de asuntos hemisféricos del Departamento de Estado de EEUU, Otto Reich, publicó un articulo en el Miami Herald denunciando el uso por parte de Derwick -aunque sin mención explicita- de cortes americanas con fines de persecución política.
En abril de 2013, Derwick llego a un arreglo legal con el BVC. El juez de la corte estimo la demanda sin mérito.
En julio de 2013 el Wall Street Journal publicó un artículo sobre una demanda introducida por Reich contra Derwick. Las acusaciones incluyen asociación para delinquir, pago de sobornos, y describen a Alejandro Betancourt Lopez, Pedro Trebbau Lopez y Francisco D’Agostino como los responsables.
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