Descarga las aplicaciones para Android o iOS (iPhone/iPad). Únete al canal de Telegram.

BONOS DE LA DEUDA: Personas Naturales también podrán comprar

El presidente de la República, Nicolás Maduro, afirmó que el pensamiento petrolero del presidente fallecido, Hugo Chávez es el de «mayor precisión en la historia venezolana del siglo XX, capaz de articular una estrategia de desarrollo económico para la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en la actualidad«.
Agregó que gracias a Chávez, la OPEP es la organización «poderosa» que es hoy. «Gracias a su liderazgo es una organización estable”, enfatizó.

Buena esa Nicolas

Dentro de las «acciones económicas«, que ya Maduro había anunciado, informó que las personas naturales también podrán comprar bonos de la deuda venezolana.

Por otro lado, el ministro para Petróleo y Minería, Rafael Ramírez, dijo que en la conferencia, Venezuela tuvo una participación “activa participación” y con “extraordinarios resultados para nosotros”.

Indicó que para el próximo año «vamos a tener estabilidad en el precio del petróleo”, lo que permitirá “tener elementos de mayor certeza para enfrentar la guerra económica”.

¿Se puede usar el endeudamiento interno para prevenir la inflación?, o ¿generar sensación de «reducción de inflación» ? 

Hasta aquí, solo se han analizado casos en los que el déficit fiscal se financia con reservas internacionales o con inflación. Por supuesto, existen otras formas de financiar un déficit, al menos en el corto plazo. La más importante es el endeudamiento interno. En este caso, la Tesorería emite bonos que son adquiridos por agentes privados, no por el banco central. Esta forma de endeudamiento permite al gobierno sostener un déficit sin perder reservas ni aumentar la oferta monetaria.

Al financiar el déficit fiscal con un aumento de la deuda interna, solo se posterga la fecha en la que se desatará la inflación. El problema con el endeudamiento interno es que es equivalente a “pan para hoy y hambre para mañana”; es decir, provee los recursos ahora, pero es una deuda que deberá pagarse en el futuro. El pago de intereses sobre una deuda fiscal aumenta los gastos de gobierno, incrementando más el déficit. El resultado puede ser mayor inflación en el futuro, un problema que no ocurre si el déficit se financia con emisión de dinero desde el principio. Dicho de otro modo, endeudarse hoy puede postergar la inflación, pero a riesgo de una tasa inflacionaria mis alta en el futuro. Examinemos esta proposición con mas detalle.

Se supone que el gobierno inicia su periodo sin deuda y con el presupuesto en equilibrio. Posteriormente, decide bajar los impuestos o aumentar los gastos, que genera un déficit. Si este déficit es financiado con dinero (suponiendo que impera un sistema de tipo de cambio flotante). Las personas cubrirán el déficit pagando el impuesto inflación hoy y el gobierno no acumulara obligaciones para el futuro. Si, por el contrario, se emite deuda interna a través de la venta de bonos, entonces el gobierno aumentara sus pasivos. Aunque el déficit primario —esto es, el déficit excluyendo el pago de intereses— no varíe al acumularse la deuda interna, el déficit total aumentaría debido a la creciente carga de intereses sobre la deuda. Si el gobierno trata de pagar los intereses endeudándose mas, la razón de deuda/PIB tendera a crecer a través del tiempo.

En algún momento, los tenedores de bonos ya no desearan mantener bonos del gobierno en sus portafolios de inversión, porque no estarían seguros de que el gobierno pueda cumplir con obligaciones adicionales. Por lo tanto, el gobierno no tendrá mas opción que recurrir a la emisión. Sin embargo, a partir de ese momento y en cada periodo posterior, el aumento de oferta monetaria deberá cubrir, además del déficit de dicho periodo, los intereses sobre la deuda interna. Claramente, la inflación no puede postergarse hasta el infinito a través del endeudamiento interno, tal y como lo señalaron Thomas Sargent y Neil Wallace en Un articulo al que sugestivamente titularon “Una desagradable aritmética monetarista”.

Adviértase, sin embargo, que un aumento de la inflación futura no es la consecuencia inevitable de un déficit financiado con bonos. Esta opción verdaderamente puede dar tiempo al gobierno para implementar recortes al gasto o alzas tributarias que a la larga cerrarán el déficit. De esta manera, un gobierno puede tener un motivo racional y no inflacionario para operar con un déficit fiscal. Esto implica que aun cuando un déficit fiscal que se financia con endeudamiento no le permite al gobierno escapar de la inflación por Si mismo, si puede darle tiempo para llevar a cabo otras estrategias que a la larga si lo permitirán.

Fuente: SuNoticiero con información de EntreEconomía

Top