La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresó este 3 de noviembre su preocupación por la aplicación de medidas restrictivas y expulsiones de migrantes venezolanos que intentan ingresar a los Estados Unidos desde la frontera con México.
«La CIDH expresa profunda preocupación por las afectaciones del enfoque restrictivo para generar un ambiente de movilidad humana seguro y condiciones de identificación y reconocimiento de las necesidades de protección y de los derechos humanos de esta población. Asimismo, destaca las dimensiones continentales de la crisis humanitaria en Venezuela y la necesidad de medidas coordinadas e inclusivas por parte de los Estados Miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) para responder de manera integrada a tales demandas de protección», señaló la organización en un comunicado citado por El Nacional.
Pese a que la CIDH alabó el programa para que 24.000 venezolanos sean elegibles para emigrar a Estados Unidos, advirtió que la imposición de condiciones puede representar un riesgo de vulneraciones a los derechos humanos.
«Urge al Estado garantizar que los mecanismos de protección sean ofrecidos de manera proporcional al movimiento a gran escala de personas venezolanas y ampliar el alcance de las medidas de acceso a los territorios y mecanismos de protección», se agrega en la misiva.
En medio de las deportaciones de los venezolanos, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, aseguró que “continúa presionando” por los Derechos Humanos en Venezuela, pese adoptar una nueva política migratoria que ha significado en la expulsión a México de muchos venezolanos.
EEUU “continúa presionando para mejorar las condiciones de los derechos humanos en Venezuela y apoya al pueblo venezolano en sus esfuerzos por restaurar la democracia”, afirmó en concreto la subsecretaria de Estado Wendy Sherman, citada en un comunicado difundido por el portavoz del jefe de la diplomacia Antony Blinken, según AFP.
Sin embargo, Estados Unidos anunció el miércoles 12 de octubre nuevas medidas para controlar la migración venezolana, la cual viene en aumento en los últimos meses por parte de quienes llegan atravesando mayoritariamente la selva del Darién, ubicada entre Colombia y Panamá, y varios países centroamericanos.
Se trata de un programa que da estatus legal por dos años a quienes llegan en avión y establece la expulsión inmediata de la mayoría de quienes crucen la frontera por México.
En concreto, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) informó de la creación de un nuevo alivio migratorio para los venezolanos, similar al que ya existe para los ciudadanos de Ucrania, que concede un estatus temporal de dos años a quienes dispongan de un patrocinador en EEUU.
Las medidas tienen el objetivo de «reducir el número de personas que llegan a la frontera» de manera irregular y crear un proceso migratorio «más ordenado» para los venezolanos que huyen de la «crisis humanitaria y económica de su país», aseguró un funcionario del Gobierno estadounidense a la agencia de noticias EFE.
Venezuela atraviesa desde hace años una profunda crisis política, social y económica atribuida a la caída de los precios del petróleo y a poco más de dos décadas de malas administraciones de gobiernos socialistas.
Millones de personas han caído en la pobreza, inicialmente en medio de una gran escasez de alimentos y medicamentos, seguida de la imposibilidad de comprarlos por la brutal pérdida del poder adquisitivo en un escenario de bajos salarios y una inflación galopante que llegó incluso a hiperinflación.
Redacción Maduradas con información de El Nacional, EFE y AFP
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