El venezolano Iván Bracho inmigró como la mayoría de sus connacionales en busca de una mejor calidad de vida, ante la crisis que enfrenta la nación.
Sin embargo, a diferencia de los demás venezolanos, Bracho decidió partir desde Bogotá, Colombia, en bicicleta y tenía como meta llegar a Chile.
El joven pasó 20 días en carretera y durmiendo en terminales hasta que llegó a la frontera de Chile con Perú. Allí las autoridades de inmigración chilena le impidieron el paso porque Bracho en su paso por Lima perdió su cédula identidad, requisito indispensable para entrar a la nación.
Pese a sus esfuerzos, el venezolano se devolvió a la ciudad de Arequipa, en Perú, en donde había realizado una parada durante su travesía y donde además viven unos antiguos vecinos de donde habitaba en San Francisco.
En Arequipa ejerce como barbero y en sus ratos libres practica artes marciales, de hecho el 30 de marzo y 4 de mayo participará en una pelea.
Redacción Maduradas con información de Noticia Al Día