Los «narcosobrinos» están embarrados hasta el cuello. Los familiares de la pareja presidencial venezolana tienen un complicado panorama en el juicio que se les inició este lunes en Neva York, EE.UU.
Efraín Antonio Campo Flores y Franqui Francisco Flores de Freitas están acusados de conspirar para introducir 800 kilos de cocaína de alta pureza a EE.UU., droga procedente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc).
Crédito: @maibortpetit
En la grabación de una conversación entre los dos acusados y dos agentes encubiertos de la DEA, en Caracas el 23 de octubre de 2015, Campo Flores menciona específicamente que la droga que pretendían contrabandear provenía de la guerrilla colombiana de las Farc.
El fiscal asegura que es «extremadamente probatoria la participación de Campo en la conspiración porque demuestra de hecho que tuvo acceso a 800 kilogramos de cocaína».
Para el fiscal, esta afirmación «es consistente con testimonios anteriores de expertos» que indican que la «cocaína traficada desde Venezuela es frecuentemente obtenida desde Colombia, país base de operaciones de las Farc«.
«Las Farc están en un proceso de negociación con el Gobierno de Colombia pero también sabemos que no todos los miembros de las Farc van a desmovilizarse», asegura a BBC Mundo Brian Fonseca, director de la Escuela de Asuntos Internacionales y Públicos de las Universidad de Florida.
La fiscalía pidió al juez Paul Crotty, quien lleva el caso, evitar referirse a las Farc como «una organización terrorista extranjera», y limitarse a decir que es una «organización paramilitar que opera en Colombia, Venezuela y Ecuador y es uno de los mayores productores de cocaína del mundo«.
Con información de la BBC Mundo.
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