Diosdado Cabello vino a Guayana a tratar de poner orden. Dijo tantas verdades que era impresionante ver las caras de los delegados de Bolívar, sobre todo. El jefe del Psuv, advirtió que había que dejar de lado las diferencias entre los jefes del partido en Amazonas, Bolívar y Delta Amacuro y ponerse a trabajar por la organización. Claro nadie lo dijo en voz alta pero todos estaban pensando en las relaciones que no tienen el alcalde de Caroní, José Ramón López y el gobernador del estado Bolívar, Francisco Rangel Gómez.
Los delegados en el estado Delta Amacuro, pensaban en Liseta Hernández, gobernadora de la “tierra del agua” y en su no relación con el alcalde de Casacoima, Edgar Guzmán, quien aunque resultó electo fuera de la tarjeta del Psuv es revolucionario y además evangélico. Para salvar cuerpo y alma, pues.
El también presidente de la AN ya tiene más cancha ante las cámaras. Ahora no se ve tan temeroso. Ahora es más temerario. Se atreve hasta a hacer chistes. Habla de deportes pues aclara: No soy de los Leones, soy de los Tiburones, pero no queremos echar para adelante, dijo mientras se reía.
Diosdado le decía a los delegados: A nadie lo pusieron a gobernar para que se hiciera rico.
Eso generó un silencio incómodo en el auditorio pues muchos chavistas conocen a muchos compatriotas que están en el poder que no pueden justificar su súbita riqueza pues no hay tantos Kinos ganadores ni Triple Gordos ni Animalitos.
Su auditorio lo aplaudió bastante. Estaba tan sorprendido como los que lo estábamos viendo por el canal VTV, especie de sitio de tortura psicológica que el gobierno inventó porque allí no reflejan ni un solo problema del país por lo que uno se siente afectado como televidente por una disonancia cognoscitiva. Eso quiere decir que hay un choque entre lo que pasa y lo que quieren hacerle creer a uno que pasa.
Sacó un bate
Cabello, sacó un bate, del 45 de esos que usaba Tony Armas, como dice la canción de Rubén Blades, “Decisiones” y las veía clarita pues todas las sacaba de jonrón.
No es por obras le decía Diosdado a los jefes administrativos y políticos de Amazonas, Bolívar y Delta Amacuro, “porque nadie ha hecho más obras que el gobierno revolucionario bolivariano, en atención médica, con los mercales, los pdvales, la sunddee, los estudiantes”.
Cuando llegamos al gobierno, recordaba, la pobreza era del 60% y la miseria era del 25%. En el socialismo la miseria tiene que tener nombre y apellido, se encuentren donde se encuentren, para el capitalismo es un porcentaje, una cifra, dijo.
Insistió en que el color rojo es socialismo. “Vamos adelante sin ningún tipo de temor, la palabra vale pero el ejemplo vale más. No nos dejemos manipular por chismes. Los chavistas tenemos que unirnos de verdad, de alma y corazón”, repetía mientras las caras de los compatriotas buscaban disimuladamente al alcalde José Ramón López y al gobernador Rangel Gómez, quien estaba en el presídium por lo tanto no podía hacer más nada.
La derecha no tiene escrúpulos y tiene mucha plata, no hay nada más peligroso que un escuálido con plata y el que tenga dudas vea lo que le pasó a Robert Serra, señalaba Cabello.
“A Chávez lo acusaron de mil cosas. Ahora nos llaman oficialistas, maduristas porque creen que escondiendo a Chávez lo van a sacar del corazón del pueblo, pero tenemos que ser predicadores de la palabra de Hugo Chávez, quien entregó su vida por esta patria”, advertía.
Diosdado se tomó la libertad de hablar de su gestión al lado de Chávez. “Una cosa era trabajar para Chávez y otra con Chávez, son dos cosas muy diferentes. Fue una enseñanza enorme, de compañero, todavía no acepto que no está, es doloroso, pero a uno le da fuerza para seguir luchando y para pensar que nunca vamos a traicionar el legado del comandante Chávez y el que lo haga le cae”.
Recordó que el 8 de diciembre, “Chávez vino y nos dio una orden, eso no fue para la interpretación, fue para cumplirla, unidad, lucha, batalla y victoria”.
“El que tenga dudas que busque el video si todavía sus dudas persisten dese una vueltica por el Cuartel de La Montaña para que sienta la llamarada del presidente Chávez. No lo traicionemos vale”.
Si hay compañeros que dudan y comienzan a ver para arriba y dudan, decía. No. Agregaba. Nosotros tenemos moral.
Insistió en la tesis de que si la derecha apátrida ganaba iban a quitar todo lo que se ha logrado.
Cabello aseguró que en los hospitales ahora no se paga nada pero antes había que pagar. Claro, el presidente de la Asamblea Nacional y jefe del Psuv nunca ha ido a un hospital porque si lo hiciera se enteraría que la gente debe llevar hasta las jeringas porque no hay.
“Aquí privatizaron a Sidor y la vendieron a precio baratico, eso hicieron con Cantv y las empresas eléctricas”, repetía Cabello. Lo que no dijo fue que el Estado venezolano le pagó un platal a Ternium para renacionalizarla y en cambio a los accionistas Clase B les regateó sus papeles y ellos eran tan dueños de Sidor como Ternium.
Denunció que “los escuálidos se ponen camisas rojas y van a matraquear en nombre del oficialismo”.
Y aunque nadie en este país sabe exactamente que es una base de misiones, Diosdado Cabello dejó en claro que ya hay 1500 en todo el territorio nacional.
“Ningún alcalde ni ningún gobernador se puede calentar porque el partido anda en la calle porque esa es una orden del partido”, precisó.
Según Diosdado Cabello esta guerra económica no termina mañana, no nos hagamos ilusiones, alistémonos para el combate, la derecha va a seguir atacando en nuestra base.
“Si nos toca ir a una elección, ganamos, si nos toca defender la revolución, lo hacemos, nos toca una responsabilidad por cosas de la vida, yo no estoy aquí porque quiero.
Hasta el último respiro de nuestra vida trabajamos por Chávez por el pueblo y por la revolución. Nos toca a nosotros, tenemos que salir fortalecidos. La derecha no nos quiere. Nos odian. Ellos dicen ellos o nosotros, nosotros decimos nosotros y ellos también”.
El presidente del Parlamento, insistió en que la oposición se organiza de cualquier manera, les cierra una puerta, se meten por una ventana. Mutan.
“Su compañero es el que tiene al lado. Más hemos perdido por esas peleas internas. Por qué se perdió la alcaldía de Maturín, se preguntó Cabello y él mismo se contestó: Por las peleas internas y quien gobierna ahora, repreguntó: La derecha, se respondió él mismo.
Fuente: Actualidad Venezuela