Cristian Norambuena es el chileno fundador de un controversial grupo de Facebook que fue reportado y posteriormente eliminado debido a la naturaleza de sus publicaciones, que dejaban al descubierto la razón por la cual surgió. Su solo nombre ya era motivo de alarma y desconfianza para algunos: «Adopta a una venezolana hacia Chile».
Foto: Cristian Norambuena / Facebook
El grupo, como su nombre lo indica, se dedicaba a captar venezolanas que recibían ayuda económica (incluidos pasajes, estadía y apoyo para gestionar sus documentos) a cambio de formar pareja con un chileno.
Algunos usuarios criticaron la iniciativa de Norambuena por considerar que, en medio de la crisis que vive Venezuela, buscaba una vía para lucrarse o beneficiarse de algún modo.
Debido a la cantidad de reportes y denuncias que recibió, el grupo fue eliminado (su cuenta personal corrió con igual suerte) y él se quedó sin el trabajo de «celestino», pero buscó su derecho a réplica en los medios que, como Maduradas, habían expuesto este asunto desde una perspectiva crítica. No obstante, admite que el nombre del grupo «daba a entender otras cosas».
—Por esto en el mismo grupo explicaba cuál era el fin del mismo y comprendo muy bien que es un tema muy sensible y no fue mi intención ofender ni molestar a nadie.
—¿Cómo surge la idea de crear el grupo «Adopta a una venezolana hacia Chile»?
—Surgió en septiembre de 2016, cuando conocí en Chile a una venezolana que se convirtió en mi pareja. Es una mujer joven, de 27 años, y gracias a ella y a otros venezolanos que conocía día a día me enteraba de los problemas del país (Venezuela). Lamentablemente esta chica venezolana me utilizó y logró sacarme 7 millones de pesos en un año y medio que estuvimos de pareja. Ese año 2016 en mi Facebook comencé a tener como contactos mujeres venezolanas. Comencé a agregarlas una a una y ya en estos momentos tengo entre mis contactos a 300 venezolanas. A una de estas chicas le comenté la idea del grupo, le pareció buena y la llevé a la realidad con los resultados obvios y popularidad que consiguió.
—¿Cuándo creó este grupo?
—En septiembre de 2017.
—¿Cuántas venezolanas se han registrado en el grupo?
—Alcancé a registrar casi 400 venezolanas. Había días en los que llegaban solicitudes de más de 20 en 10 minutos, sin contar cuando se hizo público en los medios. Se masificó demasiado y llegó a los casi 100 en un día, entre hombres y mujeres pidiendo ingresar.
—¿Cuál es el rango de edades de estas venezolanas?
—Siendo mayor de edad ingresaban, pero era de 18 a 65 años
—¿Cómo es el acuerdo que se establece con ellas?
—El acuerdo es simple: ellas solo tienen que notificarme cuando algún chileno se pasa de listo; o sea, si les piden fotos desnudas a cambio de dinero, si el tipo le envía fotos degeneradas o si les faltan al respeto a ellas. Lo que hago es eliminar, bloquear al hombre, tomar los datos y denunciar. Ahora, si estos viven cerca de mi casa, lo que hago es ir al domicilio y encarar al tipo.
Norambuena comenta que dentro del acuerdo al que llegaban se establecía que dentro del grupo no se publicaba nada. Todas las conversaciones se realizaban por inbox «para que cada quien tuviera su privacidad».
—¿Cómo opera este grupo?
—Las chicas que quisieran podían ingresar, siendo mayores de edad y sin ningún requisito. No se les pedía dinero para ingresar. A los que se les pedía requisitos era a los hombres, que tenían que responder tres preguntas: ¿qué esperan de este grupo?, ¿cuál es el rango de edad que buscas?, ¿cuál es tu finalidad al «adoptar» una venezolana? Si respondía solo una o ninguna pregunta, no ingresaba. Si no tiene foto real, si es perfil nuevo, si es casado o sin trabajo, no ingresaban. El proceso termina cuando el chileno logra traer a la chica y forman la pareja de verdad y ambos por su voluntad. En ese momento, salían del grupo. En 7 meses 5 chicas viajaron al país por el grupo. Yo ahora tengo a mi pareja gracias al grupo y creo que en 2 meses más le envío para que viaje y se reúna conmigo.
—¿Ha recibido denuncias por el manejo de este grupo?
—Las denuncias fueron más que todo hacia Facebook, ya que por lo mismo eliminaron el grupo y casi cierran mi Facebook, pero me contacté con la compañía y reabrieron mi perfil, no así el grupo. Denuncias por la ley no he tenido ninguna, solo ataques de hombres venezolanos en mi Facebook. Hombres que no se identifican y que solo vienen con insultos y ofreciéndome matarme donde me vean.
—Si alguna de las mujeres desea dejar de formar parte del grupo y romper la relación con quien le ha «adoptado» a Chile, por algún motivo, ¿qué sucede? ¿Sale y ya o hay una cláusula que las obligue a algo? ¿Alguna sanción?
—Para nada. Si la chica quiere salir, es así de fácil: sale y ya. A nadie se le obliga a ingresar o a salir del grupo. Se supone estamos entre personas adultas y con criterio formado. No negaré que eliminé a unas cuantas chicas el mismo día de ingreso, ya que apenas ingresaron fue exigir el envío de dinero para viajar al día siguiente y sin conocerse, ni interactuar ni nada. O sea, era solo mero interés, así como me pasó a mí con la venezolana aquí en el país.
—Hay quienes puedan rechazar este tipo de iniciativas alegando que son una forma de aprovecharse de la necesidad, el desespero y hasta la ingenuidad de las venezolanas en medio de la crisis de su país. ¿Qué responde usted a esto?
—Sí, estoy de acuerdo con su pensamiento, por lo mismo les pido disculpas a todos los que se sintieron molestos por el nombre del grupo. Nunca fue mi intención ofender a nadie, pero las chicas que ingresaron sabían bastante bien que nunca nadie les faltó el respeto mientras yo supervisé el ingreso de los chilenos al grupo.
—¿Qué responde usted a quienes podrían señalarlo de administrar una red de trata de blancas?
—Que todo es un mal entendido. Por los medios de comunicación lo tomaron de otra forma sin saber o investigar más a fondo. Nada tengo que esconder y estoy aquí mostrándome tal cual soy y respondiendo todo lo que necesiten tanto en Facebook como en Twitter, Instagram o WhatsApp.
—¿Podría decir el número de parejas que se han formado a partir de este grupo?
—Cinco parejas ya concretaron gracias al grupo. Ya el grupo no existe, pero las chicas me siguen escribiendo para que cree el grupo nuevamente.
—¿Qué tipo de beneficios económicos o materiales recibe una venezolana que decida ser «adoptada» por un chileno?
—Los que les ofrezca ese chileno. Como esta nueva pareja se casa por el civil, la chica pasa a ser una chilena más y se evita todo el trámite que tienen que realizar, tanto con la visa de turista como la visa democrática y ya siendo chilena puede encontrar trabajo muy rápido. Teniendo sus papeles, en menos de una semana. En cuanto a recursos económicos y bienes materiales, ellas tendrán los que les ofrezcan sus esposos chilenos: casa, carro, trabajo y familia.
—¿Qué se espera que haga una mujer venezolana que es «adoptada» por un chileno miembro de este grupo?
—Que sea feliz con su pareja y viva tranquila en un país que los acoge a todos y quizás que un tiempo más adelante esta chica con su esposo chileno traiga a la familia de ella a Chile y los saque de Venezuela. Pero eso depende de la pareja, no está en mis manos esto.
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El 24 de abril Norambuena anunció en su cuenta de Facebook que reabrirá su grupo de «adopción», pero esta vez tendrá otros alcances.
Este fue su mensaje:
«Mensaje dirigido a todas mis amigas sudamericanas, ya pronto reabriré mi grupo de «adopta» versión 2.0. No solo ingresarán chicas venezolanas, sino de toda América Latina y la adopción será a nivel continente. Para las chicas que quieran ingresar siendo mayor de edad, no habrá problemas, pero sí les aviso a los hombres: a este grupo no entra cualquiera, me encargaré de revisar cada perfil, uno a uno; sin foto real no entra, sin nombre real no entra, perfil nuevo de meses o días no entra, casado menos. Así que estén pendientes porque por cada cosa mal que hagan con las chicas los eliminaré y denunciaré. Saludos a todas y nos veremos en el nuevo grupo 2.0 continental. Jejejeje».
Redacción Maduradas
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