La temporada de mango está haciendo estragos en Venezuela. Jamás se pensó que la fruta que muchos acostumbraban comer verde con adobo y sal, se convertiría en el desayuno, almuerzo y cena de algunas familias venezolanas.
“Cuando hay hambre y hay mango pues hay que aprovechar de comer mango, ¿qué se va a hacer? Lo importante es echarle algo al estómago”, afirmó Ciro Mora, vendedor de mangos, en un reportaje hecho por Univisión, reseñó Sumarium.com.
El kilo de mango que va entre 200 y 300 bolívares, se ha convertido en la mejor alternativa para aquel que cobra el sueldo mínimo de 15.501 bolívares o menos, un hecho sin duda deplorable. Esto sin contar con el día a día al que se enfrentan las madres de familia que deben cumplir con las comidas de sus pequeños.