El pasado jueves 26 de marzo, la Fiscalía de Estados Unidos presentó un expediente judicial en el que acusa a Nicolás Maduro y otros 13 altos cargos venezolanos de narcoterrorismo y lavado dinero. El expediente reseña cómo la cúpula del régimen chavista ha llevado a cabo las operaciones delictivas en los últimos años.
Yuri Cortéz / AFP
En el documento que contiene 28 páginas, señalan a Maduro como jefe del Cartel de los Soles, organización dedicada al tráfico de cocaína con colaboración de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Asimismo, citan diversos eventos ejecutados por el líder del régimen y otros «líderes del cartel»: Diosdado Cabello, primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv); Hugo Carvajal, exdirector de inteligencia militar; y Cliver Alcalá, mayor general retirado del Ejército.
De los mencionados hechos, presentados como evidencia de las acusaciones, aseguran que cuentan con las pruebas suficientes.
Cronología de los hechos
Todo habría iniciado en el año 2003, cuando el expresidente Hugo Chávez aún se encontraba en el poder. Para entonces, se instaló un campamento de las FARC en territorio venezolano, con la aprobación de las autoridades. Desde allí, se comenzaron a coordinar envío de cocaína a Centroamérica y Estados Unidos.
Para ello, se contó con un financiamiento de 300.000 dólares, entregados a Seuxis Paucis Hernández Solarte, mejor conocido como Jesús Santrich, para establecer el campamento y poder procesar la cocaína.
En 2005, Chávez instruyó a Maduro, para entones presidente de la Asamblea Nacional, para que los jueces que se negaran a proteger a las FARC fueran removidos de sus puestos.
En 2006, cita el expediente, Chávez nombró a Maduro ministro de Exteriores, cargo con el que obtuvo 5 millones de dólares por parte de las FARC, procedentes de la droga. El dinero fue lavado en compras de equipos de extracción de aceite de palma de Malasia.
También en 2006, el Cartel de los Soles envió 5,6 toneladas de cocaína desde Venezuela, con la coordinación de Cabello y Carvajal. El jet con la carga despegó desde el principal aeropuerto internacional del país y aterrizó en Campeche, México, donde fue descubierto por las autoridades.
En 2008, Chávez acordó utilizar fondos de la estatal petrolera venezolana, Pdvsa, para financiar a las FARC en operaciones terroristas y tráfico de drogas. Asimismo, Maduro, Cabello y Carvajal acordaron proveerles de armas a cambio de aumentar la producción de estupefacientes. A su vez, se fijó el compromiso de mantener la frontera entre Colombia y Venezuela abierta para facilitar el tráfico.
En 2009, Cabello dirigió el envío de 4 toneladas de cocaína desde Venezuela a Estados Unidos, con escala en Nicaragua y México.
En el año 2013, ya Maduro en el poder, el Cartel de los Soles envió una carga de 1,3 toneladas desde Caracas a París. Sin embargo, fue descubierto e incautado, por lo que Maduro canceló un viaje a la Asamblea General de la ONU para participar en reuniones donde acordó no utilizar más el aeropuerto de Maiquetía para el envío de droga.
En 2014, durante una reunión que sostuvo Maduro con Marín Arango, acordó seguir entregando armamento a las FARC y le solicitó apoyo para el entrenamiento de la milicia armada.
En el año 2015, fueron descubiertos Efraín Campo Flores y Franqui Francisco Flores, ambos sobrinos de Maduro, en la coordinación para el envío de cientos de kilogramos de cocaína desde el aeropuerto de Maiquetía a Nueva York.
En el año 2016, los «narcosobrinos» fueron condenados en Estados Unidos y encarcelados por tráfico de drogas.
En 2017, Maduro y Cabello facilitaron el envío de toneladas de cocaína hacia Barinas, donde personal de las FARC en vehículos con compartimientos secretos la trasladaría hacia las costas venezolanas para desde allí distribuirlo al Caribe.
En 2019, disidentes de las FARC anuncian que continuarán en la lucha armada y Maduro les expresa su respaldo. La relación entre ambos bandos se mantiene y con indicios de seguir siendo rentable.
Redacción Maduradas con información de La Razón