¿Cuántas escuelas de diversidad funcional motora hay en Caracas? Posiblemente la respuesta sería: Una sola, Maquiritare, en San Bernardino. Esta unidad educativa de Educación Especial Bolivariana está en remodelación desde febrero de 2012 cuando la Fundación de Edificaciones y Dotaciones Educativas asumió los trabajos y prometió que estarían listos en tres meses. El pasado mayo esta institución cumplió 40 años de fundada, entre montañas de tierra y escombros. Desde hace dos años las obras se han parado varias veces. Ese es el estatus actual de la remodelación. La última información que dio el personal del Ministerio de Educación al Comité de Padres y Representantes es que FEDE discutirá su presupuesto en agosto de este año 2014, lo que hace pensar a los padres que llegará el próximo año escolar en las mismas condiciones.
Mientras tanto 76 niños y niñas de 1ro a 6to grado con capacidad motora reducida han deambulado por aulas improvisadas. Primero estuvieron asistiendo a sus clases en una cancha deportiva perteneciente a la Casa Hogar La Auxiliadora, ubicada a una cuadra de la escuela. En octubre de 2013 los alumnos (que se desplazan en coches, sillas de ruedas y andaderas) iniciaron las clases en un área que fue cedida por el preescolar Jesús Niño, ubicado en Sarría. Para ese entonces, ya FEDE había aprobado aproximadamente cuatro presupuestos, según denuncia Katherine Macías, del comité de padres.
En Sarría las condiciones no son idóneas. Los grados están separados por los estantes de las maestras. Tienen que hablar en voz baja para no molestar a los vecinos y no pueden cantar. Niños y niñas comparten un mismo baño. Las sillas de rueda son dejadas afuera de la escuela porque no caben en los salones.
El personal del Ministerio de Educación, representado por Yelitza John, Ingrid Tovar y la representante parroquial de San Bernardino Emilia Geromé alegan que no tienen ninguna injerencia en el presupuesto o responsabilidades de FEDE y que no pueden hacer nada. Los padres, por su parte, denuncian que FEDE ignora sus peticiones y están buscado apoyo en otros entes.
Algunos docentes han buscado nuevos rumbos en otros planteles pero la mayoría está trabajando a pesar de las malas condiciones de infraestructura. También algunos niños se han ido pero no todos están en condiciones físicas para ser integrados en una escuela regular, reseñó el portal del diario El Universal.
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