No existe palabras para describir esta clase de acontecimientos, donde se denota cada vez más no solo la crisis económica y alimentaria, sino la gran crisis social que vivimos. En el estado Zulia descuartizaron a dos menores por supuestamente haber robado dos ovejos. La información fue reseñada por Sheyla Urdaneta para El Pitazo.
Los adolescentes, que tenían entre 11 y 14 años, desaparecieron a las 9 de la noche del sábado 13 de agosto. Habían salido a comprar un paquete de harina pero no regresaron a su casa. Doce horas después, sus cadáveres fueron encontrados en un monte de la invasión Gran Simón, en Ciudad Ojeda, municipio Lagunillas, estado Zulia.
Foto: Archivo.
Las víctimas fueron identificadas como Cleiber Leonardo Arévalo Marín (11 años) y Heibert José Arévalo Marín (14 años).
Un vecino, Humberto José Puche, alias “El Flaco”, los culpó de haberse robado dos ovejas. Testigos aseguran que él fue quien los asesinó.
Según el relato de los vecinos, “El Flaco” tenía un machete en la mano cuando vio a los niños caminando por el barrio. Primero agarró a Heibert José, cuyo hermano, al percatarse de la situación, corrió y se escondió. Sin embargo, la esposa de Puche, Marisela González Suárez, buscó al menor y se lo llevó a su esposo. Esa fue la última vez que vieron a ambos menores con vida.
Una vecina, al ver la situación, fue a la casa de los niños y le contó todo a la madre de los muchachos, Belkis Marín. Desde ese instante en la zona se organizaron para dar con su paradero, e incluso se acercaron a la casa de los sospechosos, pero no los encontraron ahí.
Funcionarios de la Policía Regional colaboraron con los familiares en la búsqueda de Cleiber y Heibert. Ocho horas después consiguieron los cuerpos sin vida. A los jovencitos los cortaron en pedazos y los dejaron cerca de su vivienda.
“Mis hijos trabajaban limpiando monte para ayudarme, ellos no eran malos, pido justicia por su muerte. Ellos no fueron los mejores estudiantes, pero no eran malandrines. Desde muy chiquitos empezaron a trabajar para ayudarme”, dijo la madre de los menores, quien aseguró que los asesinos sabían que sus hijos no habían robado los ovejos.
Con información de El Pitazo