Para los venezolanos el café es casi como el agua. En la mañana se lo toman con leche, en la tardecita guayoyo y luego en la noche tal vez un mokachino o capuchino. Al menos eso se hacía cuando se podía y los altos precios no habían acabado con las costumbres de la gente como ocurre actualmente.
El Pitazo.com informó que en el estado Portuguesa las cosas se han puesto color de hormiga. Esta semana los abastos y mercados sacaron a la venta el café molido de las marcas Brasil y Flor de Patria en presentaciones de un kilo, 500 y 250 gramos. Los precios van desde los 2.100, pasando por los 1.050, hasta 525 bolívares, tras meses de entera desaparición de este producto.
La gente que se ha quejado de los altos costos ha exigido al Gobierno que regule sus precios o comercialice otras marcas de café pero de empresas estatales. Si es de sacar cuentas, es rápido calcular que si el salario corresponde a 11.578 bolívares mensuales que equivaldrían a más a o menos 385 bolívares diarios, podría decirse que para comprar un kilo de café tendríamos que ahorrar seis días enteros de trabajo.
Pedro Torres Mendoza, vendedor de café en la Plaza Bolívar de Guanare, aseguró a El Pitazo estar “quebrado económicamente”, con el nuevo precio y la desaparición de Café Venezuela, la marca con la que usualmente trabajaba.
“Tendremos que dejar el café de las tres porque con ese precio tan elevado, es imposible mantener la costumbre del guayoyo”, manifestó Gladis Cadevilla, consumidora.