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¡DEBES SABERLO! 5 síntomas que demuestran que Venezuela sufre una terrible hiperinflación

Para el 2014, la inflación cerró en un 68,5 % según cifras oficiales del Banco Central de Venezuela. Habiendo transcurrido 8 meses del 2015, aún el ente no ha ofrecido un balance de cómo van los números este año sin embargo basta con salir a la calle para darse cuenta que no van bien, y que incluso los economistas más optimistas pronostican un cierre de año con una inflación de al menos 200%.

Bancos de inversión extranjera, economistas y consultoras locales consideran que Venezuela podría ser el próximo país que entre en el listado de naciones que han padecido de hiperinflación.

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Las estimaciones de Econométrica, Ecoanalítica, Barclays y Bank of America, entre otras firmas, señalan que en 2015 la inflación sobrepasará ampliamente el 100% y estará cerca del 200%. Incluso, economistas como Francisco Faraco pronostican que puede llegar a 300%.

Pero, ¿Qué podría evidenciar que Venezuela está frente a una hiperinflación?, aquí 5 datos básicos que reseña el portal Runrunes.

Precios que suben semanalmente

La rapidez con que suben los precios es otro síntoma de una economía en el umbral de la hiperinflación. Los datos del Centro de Documentación de Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas) muestran esa tendencia. La canasta básica de junio se ubicó en 54.204 bolívares, un aumento “histórico” de 26,5% con respecto a mayo. “En Venezuela se está operando un proceso de inflación galopante de grandes y crecientes proporciones que se agrava día a día”, escribió el economista Pedro Palma en un artículo de prensa publicado en El Nacional.

Déficit fiscal que se financia imprimiendo dinero

La apuesta del Gobierno en mantener un tipo de cambio artificialmente bajo hace que los ingresos por las exportaciones petroleras no alcancen para cubrir los gastos. Ahí aparece el Banco Central de Venezuela (BCV) y financia a Pdvsa imprimiendo dinero inorgánico. Ese dinero entra en la economía y termina empujando los precios al alza en un mercado donde la oferta de bienes y servicios está contraída. “Lo que está ocurriendo actualmente con el valor del bolívar tiene su origen en un desenfrenado gasto público, el sostenimiento de un tipo de cambio oficial sumamente bajo y una política monetaria extremadamente laxa”, sostiene un reporte de Econométrica. Al respecto, Palma explicó que, tal y como se observa en Venezuela, los países que sufrieron hiperinflación, “se debieron a crecientes y recurrentes déficits fiscales que eran financiados en buena medida por los bancos centrales”.

Desconfianza en la moneda

En las economías que entran en una espiral inflacionaria la población prefiere gastar el dinero comprando bienes que preserven el valor, ya que la moneda ha perdido esa cualidad. En otras palabras, la gente busca sustitutos del dinero. “Esto llevaba a las personas a gastar rápidamente los recursos que percibían, pues sabían que en corto tiempo su capacidad de compra desaparecería, y a retirar sus ahorros de la banca para comprar cualquier cosa que preservara el valor, bienes durables y monedas fuertes entre otras opciones”, escribió Palma. Este fenómeno se aprecia en la economía nacional hasta el punto de que cada vez son más frecuentes las transacciones en dólares para la compra-venta de ciertos bienes.

Se erosiona el poder adquisitivo y se aniquila el patrimonio

El repunte de la pobreza es otro síntoma. Con el aumento acelerado de los precios viene aparejado una pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores y en el patrimonio de las empresas con ahorros en bolívares. “La circunstancia actual ha provocado enormes pérdidas patrimoniales, y para agravar más las cosas, no se vislumbra un refugio claro para guarecerse de esta tormenta cuyo fin no se ve en el corto plazo”, se lee en el reporte de Econométrica enviado en julio a sus clientes. “La hiperinflación es una desgracia descomunal, particularmente para los más pobres, y abatirla es difícil, costoso, duradero y exige grandes sacrificio”, explica Palma. Cálculos de Ecoanalítica revelan que el poder adquisitivo de los trabajadores al cierre de 2015 será de los peores en mucho tiempo. “No habíamos visto una contracción de salario tan fuerte como esta en 25 años”, declaró Asdrúbal Oliveros, director de esa consultora.

Con información de Runrunes.

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