“Los hechos demuestran que una minoría de venezolanos, profundamente violentos, que matan para robar o por una requisa, son un factor de inseguridad en nuestra ciudad”, esas fueron las contundentes palabras de la alcaldesa de la ciudad de Bogotá, Claudia López, tras el asesinato de un policía identificado como Edwin Caro Gómez.
Policía Metropolitana
Las palabras de López rápidamente fueron rechazas en las redes sociales. «No podemos permitir que continúe esa estrategia de la alcaldesa para evadir su responsabilidad en la política de seguridad, política que es un evidente fracaso», escribió por ejemplo en Twitter el concejal Carlos Fernando Galán.
Y es que, según datos de la Secretaría de Seguridad, en 2018, reseñados por El Nacional, en ese año fueron capturados 2.457 venezolanos inmigrantes por actos delictivos; en 2019, 4.830, y en 2020, 3.903. De acuerdo con Migración Colombia, Bogotá tenía al cierre del año pasado 337.594 migrantes venezolanos en su territorio.
Si se considera entonces el número de capturados en hechos delincuenciales del año pasado, se tiene que solo 1% está involucrado en hechos delictivos. Además, la propia Secretaría de Seguridad, precisó que apenas 2% de los hurtos a personas en Bogotá se relacionan con migrantes o extranjeros.
SOBRE EL ASESINATO DE CARO
“Estaba yo patrullando con Caro y vimos dos manes en una moto, iban con una maleta de Rappi y los orillamos. Le hicimos la requisa y todo normal, en el bolso de Rappi le requisé, todo bien normal, y tienen un bolsillito en la parte de atrás. En ese bolsillo, los hombres llevaban dos armas de fuego. Al verse descubiertos, nos atacaron, sacaron las pistolas y nos empezaron a disparar”, relató uno de los agentes sobre lo sucedido.
Caro quedó herido de muerte, junto con el otro delincuente quien cayó luego de haberle disparado a los patrulleros. Según versiones el otro acusado «intentó escapar», pero un agente del esquema de protección de la Alta Consejera para los Derechos Humanos, Nancy Patricia Gutiérrez, que se encontraba en la zona, ayudó en su captura.
El procesado por el caso quedó identificado como Wilkerson Slyke Hernández, un hombre de 28 años de nacionalidad venezolana, quien habría desatado la balacera junto al otro sujeto e intentado huir de la escena antes de la intervención de Gutiérrez.
Redacción Maduradas con información de El Nacional
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