Será decisivo para los dos candidatos a la presidencia de Colombia, el actual mandatario por la reelección Juan Manuel Santos, y el opositor Óscar Iván Zuluaga, buscar alianzas entre otros excandidatos para lograr la victoria en la segunda vuelta del 15 de junio.
Zuluaga, abanderado del Centro Democrático, superó al presidente al obtener 29,3% de los votos frente a 25,6% de Santos. Al no lograr ninguno el 50% más uno de los sufragios deberán verse las caras de nuevo en tres semanas.
Como ya es tradición en la política colombiana, las alianzas serán clave para esta segunda vuelta y los dos candidatos comenzaron de una vez a buscarlas.
Mientras la candidata conservadora Marta Lucía Ramírez, se ubicó en tercer lugar con 15,5% de los votos, seguida de la líder de izquierda Clara López (15,2%) y el independiente Enrique Peñalosa (8,3%) de último puesto, esos cerca de cuatro millones de votos son demasiado importantes para Santos y Zuluaga.
Tras conocer los resultados este domingo, el jefe de Estado pidió el apoyo de la conservadora Ramírez, de la izquierdista López y del verde Peñalosa, en su objetivo de lograr la reelección enfocándose en la paz. Santos mantiene conversaciones con la guerrilla de las Fuerza Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) con miras a firmar un acuerdo que termine el conflicto armado.
«Quiero pedirles a ellos y sus seguidores que nos acompañen en la lucha contra la guerra», expresó Santos, quien ya desde antes decía que el país debe escoger entre la paz que él ofrece y la intensificación del conflicto en un eventual gobierno de Zuluaga, recordaba DPA.
El candidato del Centro Democrático hizo el mismo llamado a sus adversarios para que se sumen a «la construcción del cambio».
En tanto, Peñalosa señalaba que a partir de este lunes conversaría con su equipo para analizar decisiones de cara al escenario de las alianzas. No obstante, conocer el curso que vayan a tomar los ahora excandidatos es urgente, aunque hay posiciones que permiten imaginar las conexiones.
Peñalosa como López comparten diversos puntos de la agenda de Santos e incluso respaldaron la forma en que el mandatario estaba conduciendo el proceso de paz con la guerrilla. La interrogante gira en torno a la líder conservadora, conforme su partido mantiene divergencias con el Gobierno actual aunque forma parte de éste desde 2010.
Si la paz, la economía o la justicia coparon los debates, las relaciones con Venezuela estuvieron en el tapete con un matiz de crítica y prudencia, por lo que en esta segunda vuelta este tema promete tomar fuerza.
Estas elecciones sirvieron para medir la influencia y poder que en Colombia tiene la figura del expresidente Álvaro Uribe, quien siendo el confeso enemigo político de Santos, tomó la batalla contra la reelección de su viejo pupilo para respaldar la candidatura de Zuluaga. Uribe, en todo caso, fue una fuente de polarización, reporta El Universal.
Aunque 32,9 millones de personas mayores de 18 años estaban habilitadas para votar, solamente acudió a las urnas el 40,06% del total del censo electoral, un índice de abstención más alto que el promedio histórico, que entre 1978 y 2002 fue de 44,1% en votaciones presidenciales. El voto en blanco fue de 5,99%.
Estos datos dejan al descubierto que más que alianzas, Zuluaga y Santos tendrán que hablar con claridad a un electorado, la mayoría jóvenes, que está decepcionado de la clase política gobernante. La polarización será también un importante enemigo que vencer.