Múltiples tiros en la espalda y la cabeza acabaron con la vida de Richard José Guerra García, de 33 años, cuando le realizaban el mantenimiento a su camioneta en el auto lavado El Sebucán, ubicado en la carretera Negra La Flint de El Tigre.
En el sangriento suceso, ocurrido ayer a las 5:15 de la tarde, resultaron heridos un adolescente de 13 años y Carlos Rodríguez, dueño de un negocio del mismo ramo que está situado cerca del lugar donde se cometió el crimen.
Testigos presenciales, que pidieron mantener en el anonimato por seguridad, contaron que Guerra García llegó a las 3:30 pm en un vehículo Jeep Cherokee 4×4, color blanco, placas XXX-941, reseñó el diario El Tiempo.
Mientras los lavadores y gamuceros realizaban el trabajo, Richard estaba sentado en una silla. De repente llegaron dos individuos con cascos de protección en una motocicleta marca Bera, color negro.
Al notar la presencia de los sujetos, Guerra echó a correr para protegerse, pero el que iba de parrillero, de contextura delgada y tez blanca, se bajó y sin contemplación accionó una pistola con selector.
La víctima quedó tendida, boca arriba, en el piso.
De inmediato, los sicarios emprendieron la huida disparando a diestra y siniestra contra clientes y empleados. Un proyectil impactó el lado izquierdo del abdomen del menor, que terminaba de merendar y enjuagaba un auto.
Al salir del local, los asesinos habrían comenzado a exclamar “¿qué nos ven, brujas?”, y abrieron fuego contra las personas que estaban a las afueras de otro auto lavado vecino, propiedad de Carlos Rodríguez, quien recibió dos tiros en la pierna izquierda.
El chico y el comerciante fueron trasladados al hospital Felipe Guevara Rojas y a una clínica privada, respectivamente.
Investigación
Francisco Brizuela, dueño del auto lavado El Sebucán, dijo que estaba en la cocina cuando escuchó las detonaciones y salió para averiguar. Casi se desmaya cuando vio a su nieto de 13 años con la franela manchada con sangre.
Aseguró que Guerra era cliente, pero tenía meses que no llevaba la Jeep Cherokee para hacerle servicio. Cree que lo siguieron hasta el negocio.
Efectivos de la policía municipal y estadal resguardaron la escena del crimen, mientras que funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), subdelegación El Tigre, recolectaron unos 20 casquillos calibre nueve milímetros y tres vehículos con orificios de balas.
Un familiar del fallecido, que prefirió no dar su nombre, dijo que vivía en la calle 12 del sector Villa Hermosa. Tenía tres hijos de dos uniones sentimentales y laboraba desde hace ocho años como obrero de mantenimiento en Petróleos de Venezuela (Pdvsa) de San Tomé.
Un allegado aseguró que la semana pasada, Richard sufrió un atentado cuando disfrutaba en una playa en Lechería. Dos hombres armados llegaron al área donde se encontraba, pero logró escabullirse y escapar en un taxi. “Había recibido amenazas de muerte desde la cárcel de Barcelona”.
Hipótesis
Trascendió que los pesquisas de la policía científica manejan el móvil del ajuste de cuentas por rencillas entre la banda de “el rocola” y otra liderada desde el centro penitenciario de Puente Ayala, que ya ha cobrado cinco muertos en menos de un mes.