De abogada y madre divorciada a primera dama, o mejor dicho, a «primera combatiente». Cilia Flores es sin duda una muestra clara de cuánto puede ascenderse en el país si se mueven las piezas adecuadas, y si te rodeas de los «rojos» con poder.
Flores desde hace unas pocas semanas a lo igual que su esposo, Nicolás Maduro comenzó un programa de televisión para tratar de demostrar que el actual Gobierno liderado por su compañero sentimental tiene intenciones amables y así poder reconectar a la masa chavista con la figura presidencial encarnada ahora en la pareja Maduro-Flores.
Durante 12 años fue diputada de alto perfil además de ser presidenta de la Asamblea Nacional desde el año 2006 hasta el año 2011 donde logró introducir a más de 30 familiares en la nómina del parlamento incluyendo su exesposo Walter Gavidia.
Su acostumbrado atuendo dando bendiciones a los niños tomada de la mano de Maduro y su permanente sonrisa parece no lucir tan cómodo como su eterna chaqueta negra con la que dirigía a los diputados en el hemiciclo.
De acuerdo a publicación de El Impulso, Cilia Flores es una de las dueñas del rompecabezas rojo que sigue siendo parte de la Dirección Nacional del Psuv y sus conexiones todavía pesan, su sobrino es el director de Tesorería y Finanzas de la estatal petrolera Pdvsa, su hermano es el subcontralor de la República y su hijo es juez de una tribunal penal de Caracas.
Las altas conexiones de Flores con el Gobierno nacional deberían tenerla realizando obras benéficas en favor de las mujeres y los más necesitados, la mayoría de la población venezolana, en lugar de intentar recuperar la popularidad perdida de su esposo repitiendo el discurso de odio bastante común entre los socialistas, quizás eso le resultaría mucho mejor.
Con información de El Venezolano News.