Los delincuentes ingresaron, aparentemente, a la casa de Omaira del Carmen Perdomo, de 73 años, por el techo. Levantaron algunas láminas de zinc, se deslizaron por la pared y sorprendieron a la mujer durmiendo. Los vecinos de la calle 2 del sector El Paraíso, parroquia El Moralito, en el municipio Colón, no escucharon ruidos. No se enteraron del crimen de la anciana hasta ayer en la mañana. Les extrañó no ver a la mujer en sus quehaceres habituales y notificaron a un hermano. Los gritos del hombre les confirmó el deceso.
El cadáver de Omaira yacía sobre la cama. Su habitación estaba revuelta y su aire acondicionado había desaparecido. Sus parientes desconocen con exactitud qué objetos se llevaron de la residencia. La Policía tardó unos minutos en arribar al lugar. En la primera inspección, los oficiales presumen que la abuela se resistió al asalto. Luchó con sus atacantes, incluso después de que estos le clavaran las primeras puñaladas en el cuello. Creen que la mataron porque se resistió o porque reconoció a los ladrones.
En la vivienda se colectaron prendas de las víctimas y algunos objetos donde pudieron quedar impregnadas las huellas de los criminales. Cada una de las evidencias las evaluarán los sabuesos de la Policía científica, sub delegación San Carlos de Zulia. Los investigadores esperan, además, el resultado de la necropsia para descartar si hubo maltrato físico durante el robo.
Sospechoso
A las afueras de la morgue del Hospital Santa Bárbara de Zulia, los vecinos comentaban que sospechaban que en el crimen de la anciana participara un familiar. Recordaron que hace unos días tuvo problemas con un pariente cercano y en la discusión la amenazó.
La Policía científica investiga el entorno cercano de Perdomo. Entrevistan a sus consanguíneos y conocidos para descartar a los posibles sospechosos.
La Policía presume que el crimen ocurrió entre las 2.00 y las 3.00 de la madrugada
Trabajadora
Omaira del Carmen Perdomo era propietaria de un abasto de víveres en El Moralito. Hace años se asoció con otros hermanos para levantar el local. Tenía varios días viviendo sola. Quienes la conocieron la describieron como una mujer correcta, de temple y muy querida en la comunidad, reseñó el portal del diario La Verdad.