El padre José Luis Arismendi, de 35 años edad, murió esperando en una cama del Hospital Universitario de Los Andes (HULA) los medicamentos para poder salvar su vida.
Su último respiro fue la mañana del sábado 15 de abril, según comentaron fuentes cercanas a la Arquidiócesis de Mérida, quienes lamentaron el fallecimiento del padre Arismendi, reseñó Analítica.
El sacerdote comenzó con fuertes dolores de cabeza el Domingo de Ramos y, ante la persistencia de los mismos, fue llevado al HULA el Miércoles Santo, donde lo dejaron interno debido a que presuntamente comenzó a padecer de meningitis.
Familiares del padre, quien es oriundo de Tucaní, capital del municipio Caracciolo Parra y Olmedo del estado Mérida, comenzaron la búsqueda de medicamentos. La mayoría de las medicinas requeridas eran antibióticos y, a pesar de que lograron conseguir algunas dosis, aún faltaban algunos fármacos para cumplir un tratamiento efectivo que le salvara la vida.
Mientras familiares y amigos buscaban las medicinas requeridas, al cardenal Baltazar Porras le llegó el mensaje sobre la situación del padre José Luis Arismendi, por lo que inmediatamente se activó para también buscar los medicamentos. El sábado, en horas de la mañana, a través de la gestión del cardenal Porras se habían conseguido algunas medicinas y, cuando las mismas eran transportadas desde Caracas a la ciudad de Mérida, el padre José Luis Arismendi falleció.
La salud del padre Arismendi comenzó a deteriorarse desde el jueves, cuando ya no recibía los medicamentos que curaran la patología presentada, comentó la fuente cercana a la Arquidiócesis de Mérida.
Con información de Analítica.
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