Los problemas en el país persisten; escasez, desabastecimiento, inflación y delincuencia son palabras que se han convertido en el día a día de la población y ante tantas soluciones que ofrecer, el presidente Nicolás Maduro decide viajar a Rusia para conmemorar 70 años de la caída del nazismo, obviando las necesidades del pueblo.
En dos años de gestión de Maduro han sido constantes los viajes que ha emprendido al exterior. Cada dólar gastado pudiese generar cambios en el área educativa, social y deportiva, que pese a la propaganda en medios del Estado y privados tomados por el Gobierno, es necesaria la reformación de esos sectores, reseña El Venezolana.
El presidente esta vez emprende un viaje a Rusia, donde posiblemente hará lobby internacional junto a su homólogo Vladimir Putin, mientras que en el país no hay respuestas para atender las fallidas políticas económicas y sociales.
Hace 70 años el nazismo cayó, decidió ponerle fin a la II Guerra Mundial y actualmente la población venezolana quiere que las cosas mejoren, quizás no con un cambio de Gobierno, pero sí con dirigentes serios dispuestos a trabajar -cada uno desde sus áreas- para consolidar la potencia, esa de la que tanto habló Maduro este martes durante la presentación de su programa radial.
El país necesita un presidente que el lugar de estar abordando aviones constantemente, visite comunidades y atienda los problemas centrales; un mandatario que deje el populismo y la terrible propaganda y trabaje para la renovación venezolana.