El drama humanitario en Venezuela no es un invento y son miles de familias las que padecen el hambre a diario. Una muy humilde, en el Tigre, llora hoy la muerte de un joven de 17 años con autismo, quien falleció como consecuencia de su deficiente alimentación diaria.
La periodista Susana Quijada del diario local «El Vistazo» reseñó la historia de los Rivero, familia compuesta hasta entonces por los padres y cuatro hijos, tres de ellos con autismo. El papá perdió su trabajo de transportista como consecuencia de la artrosis que lo aquejaba y desde allí empezó el vía crucis de la familia.
Su esposa salía a diario a pedir comida a los vecinos, familiares y conocidos para los tres hijos, sin embargo, era poco lo que conseguía. El joven fallecido a veces solo comía a diario una papa sancochada. Estaba por eso muy débil y se la pasaba acostado.
La tarde del miércoles 21 de septiembre, cuando le fueron a llevar un pequeño bocado, el chico estaba boca abajo sin signos vitales.
Lo más triste del caso es que hay otras dos niñas con autismo en riesgo por el hambre: sus hermanitas de 7 y once años, que no caminan, ni hablan.
La familia reside en la calle Colón, del sector Simón Bolívar, en El Tigre.
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Redacción Maduradas con información de El Vistazo